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Los gobiernos de todo el mundo están creando legislaciones para “proteger” a las personas LGBTQ+. Irónicamente, lo hacen mientras niegan los derechos de quienes tienen valores bíblicos. Recientemente, el parlamento europeo aprobó por abrumadora mayoría una resolución a favor de declarar a los 27 países miembros de la Unión Europea como “zona de libertad” para las personas LGBT (Associated Press, 10 de marzo de 2021). Esta legislación es en gran medida una reacción a las “Carta de los derechos de la familia” de Polonia cuyo objetivo es proteger a la familia tradicional. Escocia también aprobó un proyecto de ley que convierte en delito “[incitar] al odio” contra las minorías sociales (Catholic Herald, 12 de marzo de 2021). Quienes se oponen a la legislación dicen que la redacción es demasiado amplia y podría fácilmente ser mal utilizada para restringir la libertad de expresión.
Sin embargo, la iglesia Católica Romana recientemente emitió un comunicado en aparente oposición a esta legislación. Para aclarar la postura de la iglesia sobre las uniones civiles, la oficina de la Congregación para la Doctrina de la Fe dijo que el Vaticano “no tiene potestad para impartir bendiciones a las uniones de personas del mismo sexo. Por lo tanto, no pueden ‘considerarse lícitas [es decir, permisibles o legitimas’” (Vatican News, 15 de marzo de 2021). El comunicado también enfatizó que cualquier relación sexual fuera de la unión entre un hombre y una mujer “no responde a los ‘designios de Dios’”.
¿A dónde conducirá este aparente enfrentamiento de ideologías si el Vaticano se opone abiertamente a las uniones entre personas del mismo sexo y las naciones europeas convierten esta posición en un crimen? La Biblia revela que al final de esta era, un grupo de diez “reyes” (quizás naciones) entregarán su poder a la “bestia” (ver Apocalipsis 17). Si bien este grupo de élite será dirigido espiritualmente por la Iglesia Católica Romana, las profecías bíblicas también describen la naturaleza de “hierro y barro” de estas naciones que luchan por unirse, y además predicen una eventual lucha entre el gobierno y los líderes religiosos (Apocalipsis 17:16). Para más información sobre este importante tema, lean La bestia del Apocalipsis: ¿mito, metáfora o realidad inminente?