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La música juega un papel importante en innumerables vidas humanas. Las emociones, los recuerdos e incluso la espiritualidad pueden estar ligados a ella. De hecho, Dios también es amante de la buena música.
Los amantes de la música, en particular la música country, el blues y algunas melodías de pop o rock, escuchan un interminable flujo de canciones tristes con letras y melodías sobre amores perdidos, relaciones rotas, condiciones de pobreza y depresión. Las canciones de amor también son relevantes, sin embargo, los sonidos lastimeros de las luchas matrimoniales, la separación y la discordia dominan los diversos géneros.
Si uno considera las situaciones de la vida real en las que se encuentra la gente, ¿es de extrañar que la gente se relacione con la música que toca el corazón? También parece haber un componente cultural involucrado en los sonidos quejumbrosos de una melodía de violín de country o bluegrass que parece imitar el lamento de la gaita. Luego considere el tema recurrente de la música blues, que proviene principalmente de la experiencia y la cultura afroamericana. Cualquiera que sea su gusto musical, las personas de todo el mundo se sienten atraídas por sus canciones tristes favoritas.
Existe el viejo chiste de que, si usted pone una canción country al revés, se recuperará, su cónyuge regresará y recuperará su camioneta. Si bien esto es gracioso, deja claro que este tipo de problemas son el tema de gran parte de la música popular. Incluso la ópera y algunas piezas clásicas se basan en las debilidades de la conducta humana vistas a través de un lente oscuro o lúgubre.
¿Es este un fenómeno nuevo? ¡No! El rey David, “un hombre conforme al corazón de Dios”, experimentó puntos bajos en su vida, algunos provocados por sus propios errores, y escribió canciones tristes. En el Libro de los Salmos, escribió: “Ten misericordia de mí, oh Eterno, porque estoy en angustia; se han consumido de tristeza mis ojos, mi alma también y mi cuerpo. Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido. De todos mis enemigos soy objeto de oprobio, y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos; los que me ven fuera huyen de mí. He sido olvidado de su corazón como un muerto; he venido a ser como un vaso quebrado. Porque oigo la calumnia de muchos; el miedo me asalta por todas partes, mientras consultan juntos contra mí e idean quitarme la vida” (Salmo 31:9–13). En varios lugares, David clamó: “¡No me desampares!” (Salmo 38:21). Suena como los temas de gran parte de la música de hoy.
En realidad, lo que produce la angustia expresada en estas piezas musicales no debería ser un misterio. Nuestro Creador describe claramente la causa de estos problemas en Su libro de instrucciones para la humanidad, la Biblia. Por ejemplo, Él dijo: “Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos… yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma… Y si aun con estas cosas no me oyereis, yo volveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados” (Levítico 26:14–18).
Quebrantar los mandamientos de Dios trae problemas que inspiran canciones tristes. ¡Pero hay buenas noticias! Se avecina un cambio profundo. La Biblia declara claramente que el Mesías, Jesucristo, regresará con gran poder con el sonido de una gran trompeta para traer Su Reino a esta Tierra. Los problemas causados por la desobediencia serán resueltos y se establecerá una nueva era de justicia y prosperidad para todos. Entonces las canciones que la gente canta pasarán de la tristeza a la alegría. Isaías escribió sobre esto: “Y los redimidos del Eterno volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido” (Isaías 35:10).
Muchas otras escrituras apuntan a este tiempo de restauración de todas las cosas. Puede leer más sobre esta parte del plan de Dios en nuestro folleto gratuito titulado El maravilloso mundo de mañana. Usted también puede esperar un tiempo en el que no habrá más canciones tristes.