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Los nigerianos tienen dificultades para comprar alimentos debido al desempleo y la inflación, y dependen de la ayuda de los centros de distribución de alimentos. En diciembre, multitudes desesperadas que esperaban afuera de los centros de distribución de alimentos en Ibadan, Okija y la capital del país, Abuja, se precipitaron en estampida cuando se abrieron las puertas al público, matando a docenas de personas (Deutsche Welle, 24 de diciembre de 2024). Al menos 67 personas, entre ellas 35 niños, murieron durante eventos benéficos de reparto de alimentos cerca del 24 de diciembre. Incluso el arroz, que antes era muy asequible para todos, ahora es visto por muchos como un artículo de “lujo”.
Como comentó un jubilado: “La situación económica en Nigeria parece estar fuera de control... y la forma en que las personas ahora se pelean por alimentos dondequiera que puedan encontrarlos es un testimonio de lo que está ocurriendo en la economía”. La historia de la humanidad da un triste testimonio del hecho de que, cuando las personas están desesperadas, muchas descienden a un nivel de autoconservación que supera gran parte de su humanidad.
Al observar a África y a gran parte del mundo, vemos que los tiempos se están volviendo cada vez más nefastos para muchos. Las sequías, las guerras, el hambre y las dificultades económicas son razones por las que las personas se desesperan. Según las profecías bíblicas, un período prominente de condiciones extremas como estas afectará un día a la cuarta parte de la Tierra antes del retorno de Jesucristo (Apocalipsis 6:1-8). Sin embargo, el Salvador de la humanidad regresará y se hará cargo de estos sufrimientos y dificultades para siempre, trayendo “tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19). Para aprender más sobre qué esperar a medida que se acerca el fin de esta era, lean Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo.