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¿En qué piensa Dios? ¿Cuáles son sus pensamientos? ¿Qué piensa de la humanidad? ¿Nos dice la Biblia lo que Dios piensa?
La mayoría de nosotros probablemente pensamos en Dios como alguien extremadamente poderoso e increíblemente inteligente en una escala que es incomprensible para el hombre mortal. A través del profeta Isaías, Dios simplemente dice: “Mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos … Como son más altos los cielos que la Tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8-9). ¡Esto debería ser muy reconfortante para nosotros! ¿Puede imaginar cómo sería todo si Dios pensara al nivel de la humanidad?
Las obras de Dios son grandiosas y sus pensamientos son muy profundos (Salmo 92:5). Y sus pensamientos no son solo profundos, sino también exceden todo conocimiento, son anchos, largos y elevados (Efesios 3:19). Efesios 3:10 también habla de la “multiforme sabiduría de Dios”. La palabra griega traducida como multiforme, es polypoikilos y significa “que se manifiesta en una gran variedad de formas” (“4182. Polypoikilos”, BibleHub.com). No hay límites para los pensamientos y la sabiduría de Dios.
Dios piensa mucho en nosotros. Como escribió el rey David de Israel: “Has aumentado, oh Eterno Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados… Aunque afligido yo y necesitado, El Eterno pensará en mí” (Salmo 40:5, 17).
En el Salmo 139, David vuelve a hablar del interés de Dios en nosotros, diciendo: “Oh Eterno, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Eterno, tú la sabes toda” (v. 1–4). David describe cómo Dios lo formó en el vientre de su madre y que lo planificó antes de que comenzaran los días de David. Luego David declara: “¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena” (v. 17–18).
A Dios también le interesa lo que hacemos y lo que pensamos. Como un Padre amoroso, Él observa nuestro comportamiento, escucha nuestras palabras y examina nuestros pensamientos. David le explicó esto a Salomón cuando lo estaba preparando para que se convirtiera en el rey de Israel, diciendo: “Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque El Eterno escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; más si lo dejares, él te desechará para siempre” (1 Crónicas 28:9).
Puesto que nuestro Padre se preocupa por lo que hay en nuestro corazón y en nuestra mente, debemos protegerlos “con toda diligencia” (Proverbios 4:23) y meditar, es decir, pensar profundamente en cosas que son verdaderas, nobles, justas, puras, amables, “de buen nombre”, virtuosas y dignas de alabanza (v. 8). Mientras lo hagamos, Cristo Jesús mismo guardará nuestros corazones y mentes (Filipenses 4:7).
Dios nos dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice El Eterno, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11) “para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10). Si nos esforzamos por obedecer Sus mandamientos, proclamar Su verdadero Evangelio y buscar Su justicia, ¡podemos estar seguros de que los pensamientos de Dios acerca de nosotros son verdaderamente maravillosos!
Muchas personas se preguntan qué depara el futuro para la humanidad y para cada uno de nosotros. ¿Cuál es ese futuro y esa esperanza que Dios tiene para nosotros? Muchas personas se han preguntado cuál es el propósito de la vida, sin darse cuenta de que la palabra de Dios lo revela. El folleto gratuito El misterio del destino humano puede ayudarle en su estudio bíblico sobre este tema.