En el mundo actual, la feminidad moderna se ha convertido en un camino con obstáculos y confusión cada vez mayores. A medida que los defensores de diversas agendas expresan sus opiniones sobre cómo deberían ser las mujeres y cómo deberían actuar, no buscan el juicio de Dios al respecto y, por lo general, ridiculizan la idea de siquiera considerar el juicio de Dios. Las mujeres modernas intentan implementar estas diversas ideas, solo para encontrarse frustradas e insatisfechas. Afortunadamente, Dios entiende exactamente lo que las mujeres necesitan y lo describe en Su palabra.