¿Con qué frecuencia se ha descarrilado o estropeado un plan de grandeza por algún descuido o por una falta tonta de buen juicio o moral? Muchos políticos se han enfrentado a la ruina porque el poder y el prestigio se les subió a la cabeza, dando a lugar comportamientos extraños que los hacen tropezar.
Del mismo modo, muchos prominentes predicadores o figuras religiosas se han llenado de la importancia y el poder de su posición y, el dinero y la influencia que ello trae, y han caído por acciones que pensaban que nadie se daría cuenta o que a nadie le interesaba.