¡Grave sequía en Kenia!

Durante la última semana, “60.000 pastores turkanas y 127.000 cabezas de ganado se trasladaron [desde el Noroeste de Kenia] a la subregión de Karamjoa de Uganda” en busca de vegetación para su ganado (Deutsche Welle, 18 de abril de 2017). “Se suponía que el final de marzo traería lluvias a Turkana, transformando las llanuras estériles en pastos. Todavía no ha sucedido. El período de sequía es peor que en años anteriores”, y los trabajadores humanitarios informan que más de “tres millones de personas necesitan asistencia humanitaria de emergencia” (ibídem). Jesucristo advirtió que las sequías y las hambrunas serían una de las señales del fin de esta era (Mateo 24:7, Marcos 13:8). Sin embargo, las profecías bíblicas también revelan que cuando Cristo regrese para establecer su Reino en la Tierra, habrá lluvia “en su tiempo” (Deuteronomio 28:12), habrá abundancia de alimento, y los desiertos florecerán como una rosa (Amós 9:13; Isaías 35:1). Estas son las buenas nuevas que les espera a las personas que sufren en Kenia y en otras partes del mundo. Para una visión inspiradora de la futura paz y abundancia del Reino de Dios, lean o escuchen El maravilloso mundo de mañana.