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En la primera mitad de 2023, los grupos criminales “asesinaron a más de 2.000 personas y secuestraron a más de 1.000”, según las Naciones Unidas (The Guardian, 14 de agosto de 2023). Desde el asesinato del último presidente de Haití en 2021, la anarquía se ha apoderado del país mientras 150 grupos criminales rivales compiten para controlar la capital. Los asesinatos, robos, violaciones y secuestros son rampantes y la policía es impotente contra ellos. Human Rights Watch recientemente señaló: “Una acción urgente es necesaria para abordar los niveles extremos de violencia, el miedo palpable, el hambre y la sensación de abandono que tantos haitianos están experimentando”.
Sin una fuerza policial que los proteja, los ciudadanos están recurriendo a grupos de vigilancia. Se espera que el secretario general de la ONU proponga una fuerza internacional que ayude a restablecer la paz en Haití. Kenia recientemente se ofreció a asumir el liderazgo de un grupo de trabajo, con el respaldo de Estados Unidos y Canadá, y muchos han llegado a la conclusión de que “ahora se necesita una fuerza internacional para hacer retroceder a los grupos criminales”.
El caos en esta pequeña nación insular encaja con las profecías bíblicas sobre las condiciones que veremos más ampliamente a medida que nos acercamos al fin de esta era. El apóstol Pablo escribió: “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos… sin afecto natural… crueles, aborrecedores de lo bueno” (2 Timoteo 3:1-5). En un mundo que carece de una brújula moral común basada en la palabra de Dios y de líderes fuertes e íntegros, la anarquía se está disparando. Lo único que solucionará efectivamente el problema es el regreso del “dador de la ley”: Jesucristo. Él vendrá para gobernar con amor y misericordia, pero también “regirá con vara de hierro” (Apocalipsis 2:27). Para saber cómo llegará la paz a este mundo, lean “Utopía mundial: ¿un sueño imposible?”