BRICS y la profecía

A finales de agosto, Sudáfrica fue sede de una reunión de las naciones BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). También estuvieron presentes otras naciones, seis de las cuales pasarán oficialmente a formar parte del grupo BRICS en enero de 2024: Argentina, Etiopía, Irán, Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Este nuevo grupo es particularmente interesante porque Irán y Arabia Saudita han sido enemigos durante mucho tiempo, pero China ha negociado la paz entre ellos, al menos por ahora. Múltiples dictaduras que se oponen a Estados Unidos y Occidente también se están alineando para unirse al grupo BRICS.

Los BRICS existen como mecanismo para romper la hegemonía que Estados Unidos y Occidente han ejercido en el Oriente Medio y gran parte del mundo. Una de las formas en que el grupo propone contrarrestar la influencia de los Estados Unidos es permitiendo que las naciones comercien entre sí utilizando sus propias monedas en lugar de utilizar el dólar estadounidense. Algunos líderes han sugerido que el grupo cree su propia moneda para competir con el dólar estadounidense, posiblemente incluso respaldando la nueva moneda con oro. Estas medidas son vistas como una forma de limitar la capacidad de los Estados Unidos para imponer sanciones económicas efectivas mediante la dependencia del dólar estadounidense.

Las profecías bíblicas predicen el surgimiento de una superpotencia árabe del tiempo del fin conocida como el “rey del Sur” y otro grupo conocido como los “reyes del oriente” que podría incluir a Rusia, India y China (Daniel 11:40–44; Apocalipsis 16:12). ¿Podría la estructura en desarrollo de los BRICS proporcionar una vía para que estas naciones se unan económicamente y luego se desarrollen por su cuenta? ¿Podría este acuerdo emergente de los BRICS obligar a Alemania y a ciertas naciones europeas a unirse para contrarrestar el poder potencial de los BRICS? El mundo está en un gran proceso de cambio y las configuraciones actuales de las naciones seguramente serán diferentes en los próximos meses y años. Para comprender mejor qué esperar, lean La bestia del Apocalipsis: ¿mito, metáfora o realidad inminente?