Jugar a Dios sin su sabiduría

“Los microbios de E. coli han sido modificados para llevar un código genético más amplio que los investigadores dicen que en última instancia les permitirá ser programados... Ahora, los primeros organismos vivos que prosperan con un código genético más amplio han sido creados por los investigadores en el trabajo, que allana el camino para la creación y explotación de formas de vida completamente nuevas” (The Guardian, 24 de enero de 2017). Los científicos esperan que las nuevas bacterias ayuden a crear nuevos fármacos y nuevos materiales, y ellos creen que no hay riesgos de mutación (ibídem). ¡Dios creó a la humanidad con increíbles poderes creativos, y la capacidad para crear códigos genéticos nuevos y no existentes es realmente notable! Tan notable como es la utilidad potencial de los subproductos de estos nuevos microorganismos. Una de las razones por las que Dios confundió las lenguas en la torre de Babel fue para posponer la habilidad del hombre para lograr prácticamente todo lo que pudiéramos imaginar, para bien o para mal (Génesis 11:6-8). Hoy, el conocimiento científico se está expandiendo a un ritmo increíble. Sin embargo, el conocimiento científico está superando nuestro entendimiento para aplicarlo sabiamente. El libro de Proverbios advierte que tanto la sabiduría como la inteligencia deben buscarse diligentemente, no solo el conocimiento (Proverbios 4:5, 7; 16:16). Como demuestra la historia de la ciencia, a menudo hay consecuencias inesperadas de los experimentos científicos. El conocimiento sin la inteligencia puede conducir a problemas imprevistos, y estos experimentos de E. coli pueden encajar en ese molde. Para más información sobre este tema, lean “¿Podemos trascender nuestra humanidad?”