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En una reunión reciente en Beijing, los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin: “prometieron una ‘nueva era’ de cooperación entre los dos principales rivales de Estados Unidos, a quien calificaron como una hegemonía agresiva de la Guerra Fría que provoca caos mundial” (Reuters, 17 de mayo de 2024). En 2022, las dos naciones declararon tener una asociación “sin límites”; los dos dirigentes mundiales aprovecharon la reciente reunión para anunciar una “nueva era” que surgirá de su asociación estratégica, comprometiéndose a cooperar más en áreas de fabricación de automóviles, energía nuclear con fines pacíficos, y suministro de alimentos. Anualmente, las dos naciones llevan a cabo ejercicios militares conjuntos y Rusia ha compartido tecnología de defensa antimisiles con China (Financial Times, 16 de mayo de 2024). Jinping y Putin también hicieron declaraciones claras condenando las acciones de Estados Unidos y otras naciones occidentales, al mismo tiempo destacaron cómo la relación entre sus dos naciones aporta más estabilidad al mundo.
Aunque Rusia y China tienen una historia con altibajos, las últimas dos décadas han sido testigos de una creciente cooperación y esfuerzos conjuntos, a menudo motivados por sus reacciones hacia Occidente. Sin embargo, la creciente alianza entre Rusia y China no debería ser una sorpresa. Las profecías bíblicas revelan que a medida que se acerca el fin de esta era, las potencias del oriente se fortalecerán y un vasto ejército asiático desempeñará un papel crítico y devastador en los acontecimientos del tiempo del fin (Daniel 11:40–45; Apocalipsis 9:16). Sin duda, este ejército estará compuesto y apoyado por las finanzas y el armamento de Rusia y China, y tal vez de otras naciones asiáticas. Para tener mejor entendimiento de lo que depara el futuro, lean “El próximo choque de civilizaciones”.