Las hormigas se curan las heridas unas a otras

El autor del libro de Proverbios nos dice: “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio” (Proverbios 6:6). De hecho, se puede obtener mucha sabiduría de las hormigas.

Una nueva investigación muestra que algunas hormigas cuidan a sus compañeras heridas limpiándoles las heridas o amputándoles las extremidades lesionadas (Reuters, 2 de julio de 2024). Las hormigas determinan si la herida requiere limpieza o amputación dependiendo de donde se encuentre y tratan la herida de manera constante. En el caso de las amputaciones, la tasa de supervivencia de las hormigas heridas aumentó de aproximadamente el 40 por ciento al 90 por ciento o más. La limpieza de las heridas aumentó la tasa de supervivencia de un 15 por ciento a un ​​75 por ciento. En los casos en que la limpieza o la amputación no son viables, las hormigas ignoran a sus compañeras heridas y las dejan morir.

Los entomólogos reconocen el beneficio para la colonia de ese “sistema médico” y se apresuran a atribuir la práctica al desarrollo evolutivo. Sin embargo, las amputaciones de las patas de las hormigas toman de 40 minutos a tres horas. Como dijo el autor principal de la investigación, este nivel de atención “es el más sofisticado en el reino animal, solo rivalizado por el nuestro”. La idea de que un sistema tan avanzado surgiera por selección natural actuando sobre mutaciones aleatorias pone en entredicho la credulidad. Sin embargo, el mismo Dios que nos instruyó a desarrollar sabiduría observando a las hormigas, también dijo que su existencia puede ser “claramente [visible] desde la creación del mundo” (Romanos 1:20). ¿Es más descabellado suponer que las hormigas poseen una increíble previsión gracias a los procesos evolutivos irracionales, o sugerir la participación de un Diseñador omnisciente? Para más información sobre la sabiduría que Dios incorporó a los comportamientos de estos pequeños insectos, lean “Observe a las hormigas y sea sabio”.