Los ciclos del cuerpo y el sábado

La creación de Dios está llena de ciclos. En el cuerpo humano, vemos ciclos de envejecimiento, ciclos que se relacionan con la fertilidad, e incluso un ciclo de siete días. Durante décadas, la ciencia ha comprendido que el cuerpo funciona en un ciclo de siete días. Los científicos han planteado la hipótesis de que este ritmo biológico influye en diversas funciones del cuerpo e incluso podría utilizarse para crear tratamientos farmacológicos y programas quirúrgicos más eficaces (La Ricerca Clin. Lab, abril de 1982). Muchos problemas de salud se intensifican los lunes, entre ellos “la hipertensión arterial, las enfermedades infecciosas, el infarto de miocardio, la taquicardia sinusal, y el accidente cerebrovascular” (American Journal of Preventative Medicine, julio de 2014). Aunque algunos creen que estos picos están relacionados con eventos sociales como el inicio de una nueva semana laboral, otros científicos no están de acuerdo.

Sin embargo, muchos cronobiólogos que estudian estos ciclos no comprenden por qué existen en primer lugar, y por qué están incorporados en el código genético del cuerpo humano. Las investigaciones controladas llevadas a cabo en humanos e insectos, que excluyen las indicaciones ambientales, sociales y de otro tipo, aún identifican el ciclo temporal de siete días (Chronobiology International, 24 de agosto de 2016). Este ciclo (denominado “ritmo circaseptano”) también se encuentra en algas, peces, plantas, aves, insectos y otros mamíferos.

Hasta la fecha, los científicos no han podido determinar el origen de estos ritmos. Dado a que parecen estar regulados a nivel del ADN, los científicos creen que los ciclos pueden haberse originado dentro del cuerpo y no son una reacción a la semana de siete días de la supuesta creación humana. Sin embargo, esta explicación pasa por alto lo obvio: el Dios Creador que diseñó y creó el cuerpo humano, también diseñó y creó la semana de siete días en la que el cuerpo funciona. Los científicos saben desde hace tiempo que el cuerpo necesita un día a la semana para descansar y recuperarse. La Biblia nos dice por qué es así. Para saber más sobre la asombrosa razón por la que Dios nos creó de una manera tan formidable y maravillosa (Salmos 139:14), lean “El misterio del destino humano”