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¿Por qué las pandillas y los dictadores quieren controlar regiones y países enteros? Sus acciones egocéntricas y a menudo ilegales, indican que no les importa la gente de esos países. Quizás en ningún lugar esto es más evidente, que, en la nación caribeña de Haití, donde las condiciones actuales ciertamente reflejan la advertencia bíblica de que “cuando domina el impío, el pueblo gime” (Proverbios 29:2).
El gobierno y la policía de Haití siguen siendo ineficaces a la hora de controlar a las poderosas pandillas que operan en el país y se disputan el poder. Recientemente, un asedio de cuatro días por parte de las pandillas arrasó con una comunidad de Puerto Príncipe, la capital de Haití (AP, 18 de enero de 2024). La comunidad alberga a muchos agentes de policía y las pandillas parecían tener un plan. Los residentes quedaron atrapados en el fuego cruzado y sus casas fueron incendiadas. A medida que continuaban los enfrentamientos, los residentes de las comunidades cercanas levantaron barricadas con todo lo que tenían a mano para impedir la entrada de las pandillas. Como observó recientemente un representante de la ONU: “No puedo exagerar la gravedad de la situación en Haití, donde múltiples crisis prolongadas han alcanzado un punto crítico”. Las pandillas utilizan la violencia sexual como una herramienta para el control de la población, poniendo en grave peligro a mujeres y niñas. El primer ministro de Haití ha pedido ayuda y la intervención internacional. Aunque Kenia se ofreció a liderar una fuerza de la ONU para estabilizar la nación, un juez de Kenia recientemente decretó que desplegar las fuerzas policiales de la nación de Haití sería inconstitucional. Lamentablemente, es probable que el deterioro de la situación en Haití continúe durante algún tiempo, mientras el mundo se centra en otros asuntos. Ecuador y México también están envueltos en importantes guerras de pandillas que están arrastrando a sus ciudadanos a la contienda.
¡La gente en Haití, Ecuador, México y otras regiones del mundo plagadas de pandillas y devastadas por la guerra necesitan desesperadamente un Salvador! Jesucristo regresará y será ese Salvador (Isaías 9:6–7). Para saber cómo sucederá esto, lean “¿Cuándo regresará Jesucristo?”