Para hacer una búsqueda avanzada (buscar términos específicos), escriba juntamente los criterios de interés como se muestra en los siguientes ejemplos:
“Los tatuajes son más populares que nunca. Aproximadamente la mitad de la generación de los milenios tiene uno, al igual que el 36% de la generación X... El número de estadounidenses con al menos un tatuaje ha aumentado al 50% en los últimos cuatro años” (Time, 5 de abril de 2017). La creciente prevalencia de los tatuajes ha dado lugar a nuevas investigaciones sobre los peligros potenciales de la práctica. La investigación muestra que los tatuajes pueden interferir con el enfriamiento del cuerpo (a través de la sudoración) y también con la reabsorción de minerales. El tatuaje está vinculado a la propagación de cánceres malignos cuando durante el proceso están presentes tumores en la piel. El tatuarse también puede aumentar el riesgo de cáncer en la piel, y la tinta del tatuaje puede actuar como un vector para la propagación de las infecciones bacterianas (ibídem). Finalmente, muchos de los riesgos del tatuaje todavía son desconocidos. Desde hace mucho tiempo, Dios prohibió a su pueblo tatuarse, para su propio beneficio, y como su pueblo escogido, debían ser santos y un ejemplo para otras naciones (Levítico 19:28; Deuteronomio 10:12-13, 14:1-2). La Biblia declara que somos hechos a imagen de Dios (Génesis 1:26-27) y que nuestros cuerpos no son nuestros (1 Corintios 6:19); por lo tanto, Dios espera que no pintemos nuestros cuerpos. Para más información sobre este tema, lean “¿Sigue usted las huellas de Cristo?”