¿Por qué va el MUNDO a la deriva?

De sequías a inundaciones, de hambrunas a epidemias, de violencia escolar a naciones en guerra, ¿hay alguna razón que explique las calamidades del mundo? ¿Hay alguna esperanza para el futuro?¡Las Escrituras nos dan la respuesta!

Son muy pocos quienes creen en un Dios verdadero. Aun menos son los que creen en el Dios de la Biblia. Los decenios de insistencia en la teoría de la evolución, en el razonamiento humano y en el movimiento de "autorealización"; han terminado por desalojar casi del todo la idea de servir a nuestro Creador. Una serie interminable de libros, artículos, películas y programas de televisión bien presentados se han mofado de la idea de un Dios real, de un Creador y Gobernante del Universo. Esto ha afectado para mal a incontables millones de personas. Y, ¿cuál es su propia situación?

¿Es usted consciente de que hechos proféticos previstos en las páginas de la Biblia se están haciendo realidad ahora mismo? ¿Es usted consciente de que el fin de esta civilización humana puede llegar en vida suya?

Ahora mismo, mientras escribo, el llamado "Estado Islámico" se apodera de gran parte del Oriente Medio, planteando una amenaza incluso para los países occidentales. El exjefe de la CIA, general retirado Michael Hayden, le dijo hace poco a CNN que un ataque de este grupo terrorista contra los Estados Unidos o Europa es cuestión de "tiempo". Notemos sus palabras: El "EI [Estado Islámico] es una organización terrorista local muy poderosa y, probablemente, una organización terrorista regional bastante poderosa, pero sus ambiciones son mundiales. Y tiene los medios… entre estos portadores de pasaportes de muchos países. Ha expresado su intención de atacar al Occidente. Probablemente vendrá más temprano que tarde" (25 de agosto del 2014).

Los terroristas desaforados del EI ya se han encargado de asesinar a miles de hombres, mujeres y niños. Decapitan, crucifican y torturan horriblemente a sus víctimas. Y esos hombres malévolos han vendido a miles de esposas e hijas como esclavas sexuales. En todo el Oriente Medio la organización está generando un estado de terror.

En Ucrania continúan los informes sobre tropas y tanques rusos que calladamente extienden su marco de influencia en partes del país… mientras las potencias del Oeste parecen tomar muy pocas medidas. Es obvio que los rusos se están apoderando silenciosamente de esa presa, tal como lo hicieron hace poco con Crimea. Por su parte, China demuestra agresividad en el mar del Sur de China. No deja de acosar a las unidades navales de las Filipinas y otras naciones cercanas, arrebatando islas pequeñas que esos gobiernos reclaman. Es obvio que se está preparando para la guerra, si alguien no la detiene.

En África, el virus del ébola se está convirtiendo en una amenaza espantosa para toda la humanidad. Varios trabajadores humanitarios se han infectado y algunos ya han regresado a sus países. ¿Cuánto tiempo pasará antes de que el virus del ébola o algo semejante se propague por todo el mundo?

Entre tanto, ¡cada día trae noticias de jueces en los Estados Unidos que intentan "legalizar" la idea de "varones casándose con varones"! Nosotros llevamos decenios advirtiéndolo. Es algo que hace unos años habría sido absolutamente inconcebible. Casi cualquier líder religioso en esa época habría condenado rotundamente esta práctica vil. En cambio hoy, a raíz de una "marejada" de presión y actividad en favor del homosexualismo, un sector de la sociedad tras otro se han derrumbado bajo la presión de esos pervertidos sexuales. El Dios Todopoderoso llama "abominación" a tales prácticas (Levítico 18:22). Aun en el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo, inspirado por Dios, describió así a los intelectuales de su época: "Profesando ser sabios, se hicieron necios" (Romanos 1:22). Luego prosiguió: "Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío" (vs. 26-27).

En el futuro cercano, y debido en gran parte a esas prácticas abominables, más millares o decenas de millares contraerán enfermedades venéreas, entre ellas el sida. De este modo la familia tradicional, que es el fundamento mismo de la fuerza de nuestra sociedad, se irá derrumbando. Los hijos se saldrán de las manos. La gente se sentirá vacía, sin propósito para vivir, mientras se imponen más y más prácticas viles y los hombres y mujeres se alejan más y más de Dios por sus grotescos pensamientos y acciones.

À causa de todo esto, el Dios Todopoderoso va a intervenir pronto… ¡posiblemente en vida de la mayor parte de nuestros lectores!

Cambios enormes en el lapso de mi vida

Me crie durante la gran depresión y la Segunda Guerra Mundial. En mi juventud se manifestaba entre las mayorías un sentimiento de patriotismo, un sentido de unidad en los Estados Unidos y un entusiasmo por la vida. En mi escuela de Joplin, Misuri, la maestra comenzaba la jornada escolar ante los alumnos con una oración. Usualmente recitábamos también el "juramento de lealtad" a la bandera y a la Constitución de los Estados Unidos. El respeto y la reverencia por los diez mandamientos como modo de vida eran evidentes, reforzados a menudo por nuestros padres, las escuelas y la sociedad en general. Se notaba un profundo respeto por la familia, por la Biblia y por la idea de que "Dios es nuestro Padre".

En esos tiempos era motivo de vergüenzala sola mención de que hombres y mujeres pudieran cohabitar sin estar casados. El divorcio era otro motivo de vergüenza. El propio concepto de que alguien cometiera actos sexuales perversos con otros era repugnante y casi impensable. Casi todo el mundo entendía que Dios nos había creado varón y hembra con la finalidad de que hubiera matrimonio y familia. Millones conocían bien las instrucciones inspiradas de Jesús: "¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre" (Mateo 19:4-6).

Igualmente, en principio, la mayoría de las personas comprendían y aceptaban las instrucciones que Dios había dado a nuestros antepasados en Israel antiguo: "No te echarás con varón como con mujer; es abominación" (Levítico 18:22).

En cambio ahora, completada su "educación" en diversos seminarios teológicos (o mejor dicho, "cementerios" teológicos), millares de ministros que se dicen cristianos propagan las teorías de los activistas homosexuales. Cientos de legisladores en los estados y ciudades han decidido, aparentemente sin pensarlo bien, rechazar las leyes de Dios y tomar las riendas en el asunto. Han secundado las actitudes modernas de burlarse de Dios y su Palabra inspirada. ¡En sus leyes y juicios han "despreciado" los estatutos y juicios del Dios de la Biblia! Y sin embargo, muchos se preguntan: ¿Por qué marchan mal tantas cosas? La gente está molesta. Son muchas las cosas en el mundo que "van mal" para nuestros pueblos.

De nuevo preguntamos: ¿Por qué?

Un decreto del Dios Todopoderoso

El Creador ya había predicho que precisamente esto vendría sobre nuestros pueblos si dábamos la espalda a Él y a sus leyes y estatutos: "Si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán" (Levítico 26:14-16).

Dios advirtió que si transgredíamos sus "mandamientos" y "estatutos", estos juicios vendrían sobre nosotros como pueblo suyo. El primero sería "terror", ¡que puede traducirse como terrorismo! Esto ya ha comenzado y como corolario vimos el ataque perpetrado por fanáticos musulmanes contra las Torres Gemelas y el Pentágono el 11 de septiembre del 2001. Va a empeorar mucho si continuamos violando los mandamientos y estatutos de Dios.

Luego vendrán "extenuación y calentura", o sea enfermedades. Una de las peores enfermedades de este tipo es el sida, que se propaga directamente por el contacto homosexual y prácticas relacionadas. Luego, y tal como lo puntualiza Levítico 26, sufriremos una gran ola de epidemias, sequías y hambre. Sobre el mundo vendrán terremotos formidables y otros desastres "naturales", si es que los pueblos no se arrepienten y se vuelven sinceramente a Dios. Si usted desea una explicación completa, lo invitamos a escribir o llamarnos para solicitar su ejemplar gratuito de nuestro importante folletoCatorce señales que anuncian el retorno de Cristo. No deje de estudiar el folleto. Compárelo con las noticias de actualidad, y comprenderá que realmente el Creador está empezando a intervenir en los asuntos humanos ¡ahora mismo!

El propio Jesucristo mencionó muchos de los hechos generales que pronto ocurrirán, cada vez con mayor frecuencia y severidad: guerras, guerras mundiales, enfermedades epidémicas o pestes y "grandes terremotos" (Lucas 21:7-11). Cerca del final de esa profecía Jesús dijo: "Habrá señales en el Sol, en la Luna y en las estrellas, y en la Tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la Tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria" (vs. 25-27).

Quienes han llegado a creer de verdad que hay un Dios real tienen por qué sentirse agradecidos. Porque Él sí intervendrá, sí "rescatará" a la humanidad de sus pecados y problemas. Al final de esta profecía, Jesús dice: "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre" (v. 36). Debemos, pues "velar" con oración constante, rogando que seamos "dignos" de escapar de estas cosas que pronto vendrán.

¡Hay que ACTUAR!

¿Está usted, personalmente, comenzando a velar y orar? ¿Personalmente estáusted disponiéndose a buscar a Dios con todo el corazón y toda el alma? Como saben la mayoría de nuestros lectores, nosotros rara vez les rogamos en esta forma personal. Pero el tiempo es corto. De todo corazón quiero que vean el panorama ¡y que actúen! Están en juego su propia vida y su eternidad.

Amigos, al estudiar las profecías de Dios y los castigos y tribulaciones que han venido sobre los pueblos a lo largo de la historia, recuerden esto: Dios siempre nos dice que si queremos protección contra cualquier tragedia, debemos clamar a Él con todo el corazón. Veamos estas instrucciones que dio a su pueblo cuando se acercaba el fin de sus setenta años de cautiverio en Babilonia: "Yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice el Eterno, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías 29:11-13). Él dice que escuchará a su pueblo cuando lo busquemos de todo corazón.

Queridos lectores y amigos, ¡eso es lo que ustedes y yo debemos hacer! Pregúntese con qué frecuencia estudia y medita profundamente, con mente abierta, sobre la Biblia y su verdadero significado. Con qué frecuencia clama a Dios y le suplica con palabras como estas: "Padre, muchas veces no sé con seguridad qué debo hacer; ¡por favor muéstrame! ¡Por favor ayúdame a despertar!¡Por favor dame fe y valor para actuar!"

En una recia advertencia a nuestros antepasados, y que sin duda se aplica a nosotros también, el Dios Todopoderoso dijo que en los "últimos días" ellos le darían la espalda a Él, añadiendo: "El Eterno os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará el Eterno" (Deuteronomio 4:27). Luego el Dios Todopoderoso afirma lo siguiente: "Serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. Mas si desde allí buscares al Eterno tu Dios, lo hallarás, si lo buscaresde todo tu corazón y de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres al Eterno tu Dios, y oyeres su voz" (vs. 28-30).

Estas cosas ya están comenzando en los "postreros días". Vendrán sobre nuestros pueblos muy pronto si no nos arrepentimos de verdad. La Biblia indica que la mayoría no se arrepentirá hasta que estas cosas se les vengan encima. Pero usted, personalmente, sí puede arrepentirse si así lo desea. Hay que estar dispuesto a reconocer que nuestros caminos humanos han estado mal. Que nos hemos alejado de Dios. Que como pueblos hemos caído en la búsqueda de placeres y el verdadero hedonismo. Nuestras familias se están desmembrando. La moral en nuestras escuelas y universidades se está arruinando. Todas las naciones se están destruyendo porquerehusamoshonrar a Dios y seguir sus caminos. Entonces, Dios dice que en estos días, en esta situación: "si desde allí buscares al Eterno tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma" (v. 29).

Como jefe de redacción de esta revista, y como siervo llamado y elegido por el Dios Todopoderoso, ¡estoy clamando a cada uno de ustedes, rogándoles que actúen! No den por un hecho que sus antiguas ideas y prácticas religiosas agradan al Dios Todopoderoso. El verdadero Jesucristo advirtió a los líderes religiosos de su época: "¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?" (Mateo 15:3). Y luego: "Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres" (vs. 6-9).

Amigos, la mayoría de ustedes, los que leen esto, son sinceros; de lo contrario no estarían dispuestos a considerar ideas diferentes de los conceptos cristianos "tradicionales". Sin embargo, la mayoría de ustedes, tal como me ocurrió a mí los primeros 19 años de mi vida, todavía tienen inculcada en la mente toda suerte de conceptos antibíblicos e incluso "paganos". Eso es lo que a la mayoría le enseñaron toda la vida. En cambio, Dios ordena a todos los suyos: "Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21). Aprenda a imitar a los cristiano de Berea, elogiados por Dios porque "eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así" (Hechos 17:11).

La Biblia dice: "No hará nada el Eterno el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas." (Amós 3:7). El Dios Eterno siempre ha tenido siervos verdaderos en algún lugar de la Tierra. En su misericordia, Él lo ha puesto a usted en contacto con sus siervos y su obra en estos últimos días de nuestra civilización humana. ¡Por su propio bien, les ruego que estén dispuestos a considerar y comprobar lo que tenemos para decir!

¡Casi todos los que han leído nuestras publicaciones desde hace mucho tiempo, saben que jamás presionamos por "sacarles dinero"! Todas nuestras publicaciones son enteramente gratuitas y no implican obligación alguna. À la luz de lo que he escrito antes, es vital que si usted aún no tiene los folletos mencionados, comuníquese con nosotros cuanto antes para solicitar su ejemplar gratuito de uno de los folletos que mencioné: Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo, junto con otros dos folletos tan reveladores como vitales: Restauración del cristianismo original y El falso cristianismo: un engaño satánico. Además, si usted está en disposición para dedicarse a un estudio auténtico y probar lo que dice el Creador en la Biblia, le invitamos a solicitar una suscripción gratuitaal Curso bíblico por correspondencia de El Mundo de Mañana, que consta de 24 lecciones.

Haga su parte

Si usted, además, tiene el deseo sincero de ahondar en la verdad de Dios y de conocernos personalmente, no deje de solicitar una visita de uno de nuestros ministros o representantes. No iremos a su casa sin invitación, y quizás usted se sienta más cómodo encontrándose en un café u otro lugar público. Si es mujer, le aseguramos que jamás enviaremos a un hombre solo a visitarla. Nuestro representante, acompañado por su esposa o por algún otro ministro, tendrá mucho gusto en reunirse con usted para conversar sobre el verdadero sentido de la vida. Estará dispuesto a responder a sus preguntas sobre la Biblia y, si usted así lo desea,a hablarle en detalle de lo que es esta obra y cuándo y dónde podrá reunirse con otros cristianos creyentes en la Biblia. No le van a presionarenmodo alguno… ¡eso se lo prometo!

Repito entonces, por su propio bien que ¡actúe! Como ya he dicho, nosotros casi nunca nos expresamos en términos tan fuertes como lo hago ahora al pedirle que actúe. Lo hago porque, viendo que los sucesos proféticos se nos vienen encima casi a diario, me siento movido a comunicarme con ustedes de esta manera y a pedirle a Dios que les ayude a comprender y a estar dispuestos a hacer todo lo necesario con el fin de alcanzar la protección divina en estos últimos días de la historia humana, y a formar parte del Reino eterno de Dios.

¡Los cristianos "a medias" no agradan a Dios! En su Palabra inspirada advirtió específicamente que la última era de su Iglesia en la Tierra se caracterizaría por lo que nosotros llamamos la actitud de "Laodicea". Dios advierte a la gente de nuestros días: "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca" (Apocalipsis 3:15-16). ¡Nosotros no debemos reflejar semejante actitud en nuestra vida cristiana!

Mis queridos amigos y hermanos, que Dios nos ayude a todos a aprender a "buscarlo" con todo el corazón y con toda el alma. No seamos cristianos "a medias". Procuremos "clamar" a Él y arrepentirnos, dando media vuelta y siguiendo el camino de sus mandamientos. Y comencemos a obedecerlo de corazón y en nuestras acciones para que, de hecho, seamos transportados a un lugar seguro durante la gran tribulación que se avecina. Ojalá aprendamos a crecer espiritualmente hasta alcanzar "la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13). Hacia el término de su vida, el apóstol Pedro exhortó así a los cristianos: "Hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo" (2 Pedro 1:10–11).

Ruego que el Dios Todopoderoso nos mueva a cada uno de nosotros para que actuemos, buscando su voluntad y "haciendo estas cosas" para que tengamos de hecho entrada en el "Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo".