"Toda iglesia que nos condene será cerrada… Vamos a sodomizar a sus hijos… Vamos a seducirlos en sus escuelas, en sus dormitorios, en sus gimnasios, en sus vestuarios, en sus canchas deportivas, en sus seminarios, en sus grupos juveniles…" Cuando el "activista gay" Michael Bronski escribió estos escabrosos planteamientos en la revista Gay Community News de Boston en febrero de 1987, las describió como "una fantasía cruel, una erupción de ira interna". Sus seguidores restaron importancia a las palabras como una simple "sátira".