El miércoles 6 de diciembre de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo el histórico anuncio de que Jerusalén, la “Ciudad Santa” y la “Ciudad de la Paz”, sin lugar a dudas es la capital de Israel. Él se refería, por supuesto, al estado moderno de Israel. Al mismo tiempo, sin embargo, Jerusalén, uno de los lugares más sagrados de cada una de las tres religiones más grandes del mundo, es también una de las ciudades más antiguas y más controvertidas, ¡y la más importante en la profecía bíblica!