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Las tormentas, los incendios forestales, los terremotos y otros desastres naturales han dominado las noticias con mucha frecuencia durante los últimos años. Estas catástrofes provocan cortes de energía masivos, escasez de alimentos y miles de millones de dólares en daños a personas y a propiedades. ¿Vemos estos eventos y pensamos para nosotros mismos, “Vaya, ¡Me alegro de que no me haya pasado a mí!"? ¿o nos estamos haciendo la pregunta: "¿Estoy listo para tal evento?" Los desastres naturales van a suceder y, muchas veces, llegan sin previo aviso. ¿Estará listo cuando vengan más desastres? ¿Se está preparando como la hormiga?
La hormiga es una criatura pequeña sin la inteligencia humana, sin embargo, nos enseña una lección muy importante en la preparación para futuros desastres. Las hormigas tratan cada invierno que llega como un desastre natural. Si quedan atrapadas en la superficie durante temperaturas bajo cero, morirán. Para sobrevivir al invierno, una colonia de hormigas se debe preparar y almacenar un excedente de comida durante el verano; para que sus miembros pueden vivir bajo tierra y sobrevivir con sus provisiones durante el invierno.
¿Cómo se relaciona esto con nosotros? Dios nos exhorta “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual, no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento” (Proverbios 6:6-8). La hormiga se prepara diligentemente para sobrevivir al invierno y su lección para nosotros es ser laboriosos y proactivos en nuestros preparativos. La hormiga recolecta provisiones y comida, almacenándola para el desastre que se avecina, y nosotros debemos hacer lo mismo. Empiece a hacer un plan ahora, ¡no espere! Como la hormiga, su propia supervivencia puede depender de ello.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ofrece muchos consejos útiles sobre cómo debemos prepararnos para desastres. Un ejemplo es tener un plan para comunicarse con los miembros de la familia en caso de que ocurra un desastre. Es posible que se corte la energía, que los teléfonos celulares y los sistemas de GPS estén apagados y que las carreteras no se puedan utilizar. Por lo tanto, los familiares y seres queridos deben planificar de antemano cómo se van a comunicar durante o después de un desastre, para evitar entrar en pánico.
FEMA también anima a los ciudadanos a crear un suministro de agua y comida enlatada en casa. Una manera fácil de hacer esto es comprar algunas latas extra de comida y una garrafa de agua cada vez que vaya al supermercado. Haga espacio para suministros en su casa y sea disciplinado y no use la comida y ni el agua a menos que esté cerca de su vencimiento. Incluso dos semanas de suministros pueden marcar la diferencia para sobrevivir a una interrupción por causa de un desastre.
Otra forma de prepararse es comprar algún equipo de supervivencia para climas fríos, en caso de que ocurra un desastre en invierno y no haya calefacción. Considere comprar una carpa y algunos sacos de dormir en caso de que su casa sea destruida y los refugios de emergencia estén llenos. Si tiene una chimenea en casa, o un tambor o barril de metal donde pueda quemar leña, prepare leña debajo de una lona, en un cobertizo o en un garaje. Empiece a formular ideas ahora y elabore su plan de supervivencia. Prepárese para el próximo desastre como la hormiga.
Jesucristo advirtió que al final de la era, habría “hambrunas, pestilencias y terremotos en varios lugares” (Mateo 24:7–8). Dijo que habría un tiempo de confusión y gran temor “a causa del bramido del mar y de las olas, desfalleciendo los hombres" (Lucas 21:25-26). Cristo sabía que habría grandes huracanes, tornados, incendios forestales, terremotos y tsunamis que causarían miles de millones de dólares en daños y devastarían grandes comunidades.
La escasez de alimentos y las enfermedades siempre están relacionadas con los desastres, y muchos serán tomados por sorpresa. Cristo nos dio estas advertencias como amonestación, “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán” (v.36). ¿Lo tomarán desprevenido o estará listo? Considere la hormiga y prepárese, siendo prudente para escapar del peligro que se avecina.
Para aquellos llamados por Dios, también hay que hacer preparativos espirituales para los momentos trascendentales que se avecinan. Solicite el folleto gratuito Catorce señales que anuncian el retorno de Jesucristo y aprenda lo que puede hacer para prepararse para el regreso de nuestro Salvador y para obtener un puesto de servicio en el venidero Reino de Dios. La palabra de Dios es la parte más importante de cualquier plan.