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En los últimos años, los agricultores han sentido impotencia al observar cómo enjambres de langostas sin precedentes han desfilado por sus tierras, devorando implacablemente todo lo que encuentran a su paso. Y estas plagas son solo un anticipo de otras que vendrán. ¿Qué nos dice la profecía bíblica?
Las plagas de langostas han ido y venido durante siglos. La mayoría de la gente ha oído hablar de las diez plagas del antiguo Egipto que precedieron al Éxodo de los israelitas. Esta plaga provocó una rápida devastación en la agricultura de Egipto.
Más recientemente, hubo una plaga de langostas en África durante condiciones de sequía, tras las secuelas mundiales de la crisis de la COVID-19. Se le calificó como la peor plaga que han enfrentado algunas zonas en casi un siglo, el impacto en los cultivos fue grave, añadiendo aún más problemas a una parte del mundo cargada de problemas. Incluso en estos tiempos modernos, hay pocos métodos para controlar eficazmente infestaciones tan masivas, y los expertos advierten de que lo peor está por venir.
Estudios e informes más recientes incluso sugieren que otras regiones que nunca han sufrido estas plagas están comenzando a ver enjambres similares: “La crisis de langostas más grave en la historia reciente llegó a África Oriental en 2019 y 2020, cuando tanto la sequía como las lluvias extremas crearon condiciones propicias para la reproducción y el crecimiento de langostas. Y ya, los patrones climáticos irregulares en otras partes del mundo han estimulado enjambres de langostas donde tradicionalmente no han existido”.
En un estado normal, las langostas no forman enjambres. Pero cuando las condiciones de reproducción son favorables y hay demasiadas crías que resultan en hacinamiento, entran en un estado de agitación y comienzan a reunirse en un enjambre migratorio. Los enjambres pueden viajar en las corrientes de viento y devastar grandes áreas de vegetación. Una plaga de langostas puede contener millones y millones de insectos, que juntos parecen nubes y pueden literalmente bloquear el sol. Se extienden por la tierra, devorando toda la vegetación en muy corto tiempo. Vuelven a tomar el aire y pasan a la siguiente zona, repitiendo el ciclo, cubriendo cientos de kilómetros cuadrados.
Dios utiliza los desastres naturales en el medio ambiente como un medio de corrección o castigo por los pecados nacionales. En el libro de Joel, capítulos 1 y 2, el profeta de Dios describe una plaga de langostas, junto con otros insectos, que causan una devastación total en Judá, como nada que haya sucedido antes. Se describe en términos de consumo total de la vegetación, incluso se descortezaron vides y árboles. Todos los aspectos de la agricultura y la producción de cultivos son consumidos por completo, dejando la tierra como un desierto. Los animales de granja sufren en la hambruna resultante, ya que no hay pastos ni grano para comer. El Señor llama al arrepentimiento a que nos convirtamos a El de todo nuestro corazón, a volver a Dios con ayuno, llanto y duelo.
El profeta Joel describe un tiempo que precede al Día del Señor. Joel advierte que se acerca rápidamente y que las langostas parecerán mosquitos molestos en comparación con la devastación que traerán los ejércitos masivos, de los cuales las langostas son una metáfora. Dios se está preparando para traer Su juicio sobre todas las naciones de la Tierra. Joel concluye con la liberación, el derramamiento del Espíritu Santo y la restauración completa que trae el Mesías cuando intervenga para gobernar la Tierra.
Esto está claro en el libro de Apocalipsis, que describe los eventos y las señales del fin de los tiempos que preceden al día del Señor. Usted puede aprender más y estar preparado para los eventos que vendrán y el futuro glorioso prometido que vendrá después.
Lea hoy El Medio Oriente en profecía y vea Apocalipsis: Descifrando el misterio.