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Las naciones del mundo siguen cambiando sus líderes. La gente espera que las cosas sean mejores bajo un nuevo liderazgo. ¿Cuál es la responsabilidad de un cristiano con los líderes de su nación?
La gente racional no espera que los líderes satisfagan a todos o que resuelvan todos los problemas, pero si esperan que sus líderes den solución a los asuntos más importantes. Todos deseamos tener relativa paz y seguridad mediante el cumplimiento respetuoso de la ley. Esperamos prosperidad económica para que nosotros y nuestras familias tengamos comida, vestido y refugio.
Los líderes de las naciones de hoy se enfrentan a numerosos problemas sin solución. Tal vez hoy podamos hacer frente a las hambrunas más que antes debido al transporte moderno y a la purificación del agua, distribución e irrigación. Tal vez las pestes pueden combatirse mejor con vacunas y medicamentos modernos. Sin embargo, respecto a los conflictos y guerras, parece que la tecnología ha llegado a un nivel de destrucción y aniquilación nunca antes imaginados.
Aún con el aumento en el conocimiento y el progreso en la tecnología, la gente sigue dividida por raza, etnia, religión, cultura, estatus económico, ideología política y antiguos odios. En lugar que el mundo esté más unido, parece que la división ha crecido y sigue sin resolverse por la ciencia, tecnología o ley.
Los líderes electos, asumen el poder por derecho de sucesión (primogenitura), u obtienen el gobierno por la fuerza. Independientemente de cómo se obtenga ese poder, los problemas que enfrenta cada nación llegan a los escritorios de los mandatarios. Encontrar soluciones está más allá de su capacidad y poder. Si alguna vez hubo una época para orar por nuestros líderes, ese momento es hoy.
Aquellos que desean llevar vidas cristianas, tienen una vida cada vez más difícil en muchas naciones. Un cristiano vive en el mundo, pero no es del mundo, evitando participar en todo lo que es contrario a las instrucciones de Dios. Entonces, ¿qué debe hacer un cristiano?
El apóstol Pablo exhortó a los cristianos a orar por las autoridades. “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Timoteo 2: 1-2).
Pablo usa cuatro palabras diferentes. La primera es "rogativa", que es una humilde petición, solicitud, e imploración. La segunda es "oración", es hablar fervorosamente con Dios para solicitarle algo. Las "peticiones o intercesiones" son oraciones en nombre de otra persona, pidiéndole a Dios que intervenga por ellas. Y "acción de gracias" es la gratitud y reconocimiento de agradecimiento por lo que Dios ha hecho.
El enfoque de estas oraciones es para toda la humanidad, pero específicamente para "los reyes y todos los que están en autoridad". Esto se debe a que sus leyes, decretos, acciones y juicios legales tendrán un mayor impacto en quien se esfuerza por seguir a Jesucristo.
Hay numerosos ejemplos en la historia, así como en los últimos tiempos, donde individuos, empresas e iglesias han sido sometidos por las autoridades a cosas en contra de su conciencia moral y sus creencias. Los cristianos deben ser respetuosos de la ley y "... se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. (Tito 3: 1 - 2). Pero, cuando hay un conflicto entre el gobierno de la humanidad y el gobierno de Dios, debemos hacer como el apóstol Pedro le dijo al sumo sacerdote y a los saduceos durante su juicio. Pedro simplemente dijo: "Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29).
Obedecer las leyes de Dios antes que las leyes de los hombres puede tener consecuencias. Pero Jesucristo dijo: "Nunca te dejaré ni te desampararé." Así que podemos decir con toda valentía: "El Señor es mi ayudador; no temeré”.
Oren por los que están en autoridad. Podría ser útil leer: “Como orar para que Dios responda” y "Oración, ¡Remedio infalible!". Ordene su copia y suscripción gratuita hoy, y no se olvide de ver el programa “Juicio sobre las naciones”