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“Según las Naciones Unidas, casi cinco millones de personas en Somalia están sufriendo de escasez de alimentos debido a la falta de lluvias, inundaciones y desplazamientos. Más de 300.000 niños menores de cinco años están gravemente desnutridos y necesitan ayuda urgentemente... Los niveles de malnutrición en Somalia han aumentado en los últimos seis meses, afectando a casi la mitad de la población. El número de personas que carecen de suficientes alimentos ha aumentado a 300.000 desde febrero” (BBC, 20 de septiembre de 2016). Esta desesperada situación se ha creado en gran parte debido a la hambruna y la guerra (ibídem). Las profecías bíblicas indican que al fin de esta era la hambruna aumentará (Mateo 24:7) y muchos morirán por el hambre y la guerra (Apocalipsis 6:1-8). Pero Jesús enseñó: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5: 4) porque Dios ama a cada persona hecha a su imagen (Génesis 1:26). Las Escrituras revelan que Dios se complace cuando su pueblo clama en nombre de los niños que sufren, para que venga su Reino (Mateo 6:10). En una era en la que muchos se centran en “sí mismos”, y en una sociedad en la que Dios condena a los líderes religiosos y seculares por sus excesos (Ezequiel 34:1-4; Jeremías 23), ¡Dios quiere que su pueblo sea diferente! Para más información sobre este tema tan importante, vean el programa de televisión “El mundo en cautividad”. Las buenas nuevas son que la tragedia del sufrimiento de los niños terminará. ¡Jesucristo vendrá para reparar este mundo quebrantado!