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Un estudio reciente publicado por investigadores de la Universidad Carnegie Mellon indica que las personas casadas experimentan (en promedio) niveles de estrés más bajos que los que aún no se han casado o estuvieron casados anteriormente (Time, 16 de febrero de 2017). Basando sus conclusiones en los niveles bajos de cortisol entre las parejas casadas, los investigadores plantean la hipótesis de que los niveles bajos de cortisol pueden conducir no solo a menos estrés, sino también a niveles más bajos de problemas cardíacos, cáncer, diabetes y una inmunidad mejorada (ibídem). El estudio controló los rasgos de personalidad que pudieron haber influido en sus hallazgos, aumentando la credibilidad de las conclusiones (ibídem). Hace mucho tiempo, el Dios de la Biblia declaró: “No es bueno que el hombre esté solo”; que un hombre no está completo por sí mismo, y que una mujer fue creada para ser “ayuda idónea para él” o para complementar al hombre (Génesis 2:18- 24). El propósito de Dios era que un hombre y una mujer se casaran (v. 24), y que el matrimonio sería un beneficio y una bendición para ambos. Es alentador ver estudios científicos que apoyan las instrucciones que han estado en la Biblia durante miles de años. Para experimentar más acerca de las bendiciones de un matrimonio feliz, lean El plan de Dios para un matrimonio feliz.