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“El número de madres nacidas en el extranjero que tuvieron bebés en Inglaterra y Gales en 2016 alcanzó el 28%, el nivel más alto registrado, según las estadísticas oficiales. Esta cifra ha ido aumentando cada año desde 1990” (BBC, 19 de julio de 2017). Las tasas de fecundidad entre las mujeres inglesas y galesas entre las edades de 20 a 24 años están ahora en su nivel más bajo en casi 80 años. Aunque estas estadísticas no parezcan importantes para muchos, están en línea con las profecías bíblicas que Dios predijo hace miles de años. Dios advirtió que si las naciones de descendencia israelita continúan apartándose de Él y siguiendo sus propios caminos: “El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo” (Deuteronomio 28:43). En muchos casos, estos “extranjeros” o no nativos no provienen de culturas arraigadas en los valores judeocristianos, por lo que probablemente traerán más paganismo y prácticas que Dios condena a las naciones anfitrionas. La Biblia aborda las consecuencias de este cambio demográfico y su impacto en las sociedades de todo el mundo. Para más información sobre este importante tema, lean “¿Guía Dios los asuntos mundiales?”