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¿Sabe usted lo que está ocurriendo? Tarde de arreboles, mañana de soles. Arreboles a la madrugada, el tiempo se enfada.
Desde hace milenios, se ha sabido que convendría poder leer las señales de los tiempos y predecir los hechos futuros. A veces las señales son claras a la vista de todos, ¡pero solo quienes puedan situarlas en su contexto entienden lo que están diciendo sobre el futuro!
Los marineros y pescadores cuyo sustento dependía del mar aprendieron que los arreboles por la mañana significaban algo muy diferente de los arreboles por la tarde. Como los patrones meteorológicos se desplazan, en su mayoría, de occidente a oriente, un cielo rojo por la tarde, mientras el Sol se ponía en el occidente, significaba que llegaba cielo despejado. En cambio, el cielo rojo al amanecer significaba que el Sol alumbraba desde abajo las nubes de tormenta hacia el occidente.
Jesucristo se refirió a este mismo fenómeno al hablar en cierta ocasión con los fariseos y saduceos. “Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado” (Mateo 16:2-3).
Los fariseos y saduceos tenían cierta sabiduría, que les permitía, entre otras cosas, leer los patrones del tiempo que se avecinaba. Pero no eran tan sabios como se creían. Cristo los reprochó por su incapacidad de leer las señales de los tiempos en que vivían: “¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!” (Mateo 16:3). Ellos estaban esperando que el Mesías hiciera su aparición, ¡pero no reconocían que estaba allí delante de sus ojos! Más adelante Cristo se valió de un dicho análogo para enseñar a sus discípulos que velaran esperando su regreso (Mateo 24:32-35). Les habló de las señales que acompañarían su regreso y el final de la era (Mateo 24:3).
¿Está usted atendiendo a las señales de los tiempos? ¿Ve los nubarrones que se forman en el horizonte? Pablo dijo que al final de esta era habría “tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:1-5). ¿Qué período puede estar describiendo si no el actual? El profeta Daniel describe el tiempo del fin como uno en que “muchos correrán de aquí para allá y la ciencia se aumentará” (Daniel 12:4). Piense en los adelantos en el transporte en el último siglo y la explosión de conocimientos que hemos presenciado en la era digital.
El amanecer nos presenta un cielo rojo ardiente. Las señales están a la vista, pero no pueden interpretarse correctamente sin el contexto de las Sagradas Escrituras de Dios, la Biblia. Las señales indican una tormenta que se prepara y que destruiría a la humanidad entera ¡si no fuera por el regreso profetizado de Jesucristo para poner orden en el mundo!
¡Despierte! Mantenga su atención en las profecías que se analizan en El Mundo de Mañana. Y para una idea general de las señales de los tiempos que deben ocurrir antes del regreso de Jesucristo, lea nuestro folleto gratuito titulado Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo.