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Pregunta: ¿Por qué habla tanto en El Mundo de Mañana de los sucesos del fin del mundo y de temas apocalípticos en vez de concentrarse en lo que Jesús predicó? ¿No es esto un poco negativista?
Respuesta: En El Mundo de Mañana sí se hace énfasis en el evangelio que Jesucristo predicó: el evangelio del Reino de Dios. Este evangelio es un mensaje de esperanza, que prevé una época cuando la humanidad vivirá en paz y armonía, gobernada por Jesucristo. Muchos que se declaran cristianos predican solo una parte de ese mensaje: Predican acerca de la persona de Cristo y no acerca de lo que Él enseñó. En cambio, en El Mundo de Mañana procuramos predicar “todo el consejo” de Dios (Hechos 20:27), lo que incluye advertirle al mundo de lo que vendrá, tal como lo hacía Jesús.
En nuestro mundo plagado de violencia, la palabra “apocalíptico” ha asumido un matiz oscuro y ominoso. Pero la palabra griega apokalupsis significa simplemente “revelación”, ¡y así se titula el último libro de la Biblia! Las palabras de Jesucristo en los cuatro relatos evangélicos, así como la visión que inspiró en el libro del Apocalipsis, indican claramente que el mensaje que trajo para la humanidad es mucho más amplio y más detallado de lo que piensa la mayoría. Él vino a traer un mensaje sobre su Reino venidero (Lucas 4:43), pero también le advirtió al mundo que antes de la llegada de ese Reino habría ciertos sucesos traumáticos.
Los discípulos de Jesucristo le preguntaron cómo reconocerían el fin de la era. Respondió: “Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino; y habrá pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación y os matarán y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces y se entregarán unos a otros y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo. Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:5-14).
Ningún verdadero cristiano puede negar que Jesús predijo un tiempo de muchas dificultades para el mundo. Pero lo hizo con un fin positivo: ¡Para hacernos saber que su segunda venida impedirá la aniquilación del mundo! (Mateo 24:22). Su regreso dará comienzo a una era de mil años de vida pacífica y feliz en la Tierra bajo su mando, después de la cual Dios resucitará a todos los que nunca oyeron la predicación de su verdad, dándoles su primera oportunidad de salvación (Apocalipsis 20:5-6). Al final, ¡este es un mensaje de paz y esperanza!
El mensaje de esperanza de Jesús encierra un aspecto aún más extraordinario. Quienes acepten su sacrificio y permitan que Él viva su vida en ellos serán sus asistentes, como reyes y sacerdotes, encargados de servir a la humanidad durante el milenio (Apocalipsis 5:10). ¿Qué significa permitir que Cristo viva en nosotros? El apóstol Pablo escribió: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20). Los cristianos que viven por la fe de Cristo tienen un anticipo de lo que será la vida en el milenio bajo el gobierno de Jesucristo. Este es un mensaje de esperanza y es el verdadero evangelio: La buena noticia del Reino de Dios, que Jesucristo predicó. Esto constituye el enfoque de El Mundo de Mañana. [MM]