¿Hay más líderes buenos?

Los dictadores parecen estar aumentando en número, mientras que un número creciente de líderes locales y nacionales están renunciando bajo acusaciones de corrupción. La organización mundial que lucha contra la corrupción, Transparencia International, recientemente publicó su Índice de Percepción de la Corrupción, en el que informa que más de dos terceras partes de las naciones son corruptas (Deutsche Welle, 21 de febrero de 2018). Las naciones de Nueva Zelanda, Europa occidental, Canadá, Australia, Japón y Estados Unidos fueron consideradas como las naciones menos corruptas. Y la mayoría de las otras naciones, incluyendo a México y muchas en Europa oriental, Asia, África y la mayoría de Centroamérica y Sudamérica, fueron consideradas como corruptas (Transparencia International, 21 de febrero de 2018). En el índice fueron clasificados 180 países y territorios utilizando datos centrados en “niveles percibidos de corrupción en el sector público según expertos y empresarios”.

El informe señaló que “la mayoría de los gobiernos de todo el mundo progresan poco o nada en su empeño para poner fin a la corrupción y el soborno’. También identificó el “vínculo claro entre altos niveles de corrupción y la poca protección de los medios y grupos de la sociedad civil”.

Lo que es aleccionador es que según la encuesta, la mayoría de las naciones menos corruptas son las naciones de descendencia israelita en Europa occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Tristemente, la Biblia profetiza que la condición de estas naciones empeorará, porque espiritualmente están lejos de ser incorruptas. De hecho, a medida que pasa el tiempo, está profetizado que estas naciones carecerán de buenos líderes (Isaías 3:1-5) a causa de sus pecados (v. 8). El futuro depara algunos momentos aleccionadores antes de que Cristo regrese para arreglar la sociedad. Para más información sobre por qué la corrupción mundial se extenderá y resultará en una escasez mundial de buenos líderes, lean Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.