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Disney, un nombre que una vez se asoció con el entretenimiento familiar saludable, se está moviendo en una dirección más siniestra. Una de las series animadas más recientes del Disney Channel se llama The Owl House. Como resumió Deadline Hollywood, de la serie que fue anunciada por primera vez el año pasado, The Owl House “es una serie de comedia de terror que sigue a Luz, una adolescente humana segura de sí misma que accidentalmente descubre un portal que la lleva al Reino de los Demonios” (23 de febrero de 2018). El personaje principal “persigue su sueño de convertirse en una bruja” al servir como aprendiz de una bruja mentora cuyo compañero de cuarto es un guerrero demonio.
La creadora del programa, Dana Terrace, comentó: “siempre estoy tratando de presionarlos [a Disney] para que se vuelvan un poco más oscuros y más extraños porque eso me parece divertido”. El artista del programa Ricky Cometa comentó sobre el reino de los demonios donde The Owl House tiene lugar: “Realmente queríamos que este reino de los demonios se sintiera como estar en casa, y solo teníamos que descubrir cómo hacerlo” (Newsweek, 8 de enero de 2020).
La animación moderna y los escritores creativos pueden hacer que la oscuridad de la brujería y los demonios parezcan inocuos e inofensivos; ¡después de todo, pueden pensar que es solo ficción! Sin embargo, la Biblia advierte que estos temas son espiritualmente peligrosos y destructivos. En Deuteronomio 18:10-12, cuando los antiguos israelitas se preparaban para entrar en la Tierra Prometida, Dios les advirtió: “No sea hallado en ti... ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos”. De hecho, una de las razones por las que Dios puso fin a la vida del primer rey de Israel, Saúl, fue “porque consultó a una adivina” (1 Crónicas 10:13). Muchos de los antiguos reyes de Israel y Judá también practicaban la brujería, incluido el “malvado rey Manasés” (2 Crónicas 33:6), y tal maldad en ambas naciones contribuyó al castigo de Dios y al cautiverio nacional. Los cristianos no deben tomar a la ligera las advertencias de Dios sobre el paganismo y la brujería. Para más información sobre la perspectiva de Dios sobre la brujería, lean “Renacimiento del paganismo”.