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¿La vida tal como la conocemos evolucionó de la nada? ¿O hubo un punto de partida especial a partir del cual fue creada?
La Biblia dice en Génesis 1:1 que la vida que vemos en nuestro mundo tuvo un comienzo definido. En el versículo 11 vemos que la vida vegetal fue creada. En el versículo 20 vemos que las criaturas marinas y las aves fueron creadas. En el versículo 24, otras criaturas vivientes hicieron su aparición por orden de Dios. Y luego vino la creación suprema, la humanidad, hecha a imagen de Dios.
Y, sin embargo, el ser humano rechaza esta simple explicación al tratar de explicar los orígenes de la humanidad y de los animales como si hubieran evolucionado a partir de formas de vida más simples, las que a su vez también evolucionaron y ninguno está exactamente seguro de cómo. El estudio científico está impregnado de esta falsa premisa que domina gran parte de la educación actual.
¿Por qué la gente inventa tales ideas falsas y niega que el mundo fue creado? La respuesta es realmente simple; no conocen ni guardan el sábado semanal, que es un recordatorio de la creación misma. Dios aclara el propósito del día de reposo en Éxodo 20:8-11, cuando dijo: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra". Ahora observe el versículo 11: “Porque en seis días hizo El Eterno los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, El Eterno bendijo el día de reposo y lo santificó”.
¿De quién es esta mano creadora? Una vez más, la Biblia es muy clara sobre este tema, dejando a la humanidad sin excusa al no reconocer al Creador. El apóstol Juan en su Evangelio lo deja claro en Juan 1:1-3 cuando escribió: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Aquel que se convirtió en Jesucristo fue el Creador, por medio del cual el Padre hizo todo.
El apóstol Pablo también lo escribió muy claro y sin rodeos dirigiéndose a los impíos, supuestos intelectuales: "Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20-25).
Juan también escribió una asombrosa profecía en Apocalipsis 6:12-17 en la que describió un tiempo en el que Jesucristo regresará con gran poder para vencer toda oposición y gobernar la Tierra con justicia. “Y los reyes de la Tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (v. 15-17). Está muy claro que, en ese momento, la Teoría de la Evolución no estará en sus mentes. La humanidad reconocerá a Dios como el Creador.