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A medida que los precios mundiales del petróleo aumentan rápidamente, debido en parte a la guerra en Ucrania, los precios de la gasolina también se disparan. Como resultado, Estados Unidos y otras naciones están buscando países que les vendan petróleo adicional. Como dijo CNN: “La invasión de Rusia ha cambiado drásticamente las relaciones internacionales, obligando a Estados Unidos y a otras naciones a buscar soluciones en lugares que antes habían rechazado” (8 de marzo de 2022). Sorprendentemente, Estados Unidos está tras las naciones que anteriormente había rechazado como fuentes de petróleo debido a abusos contra los derechos humanos y otros problemas políticos. Estados Unidos recientemente recibió noticias de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos de que no le venderán petróleo extra (Wall Street Journal, 8 de marzo de 2022). De hecho, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el jeque de los Emiratos Árabes Unidos Mohamed bin Zayed Al Nahyan rechazaron las llamadas telefónicas directas del presidente Biden debido a la creciente fricción entre las naciones.
En el 2019, los Estados Unidos impuso sanciones a la dictadura de Venezuela, pero ahora que necesita más petróleo, ha ofrecido levantar gradualmente las sanciones siempre y cuando Venezuela envíe una parte de su petróleo directamente a Estados Unidos (Reuters, 9 de marzo de 2022). Estados Unidos también está tratando de retomar las conversaciones con Irán sobre la importación de su petróleo. Como también señaló CNN, el señor Biden “ha enmarcado durante mucho tiempo su presidencia en torno a la defensa de la democracia del progresivo autoritarismo y acusó a su predecesor de estrechar las relaciones con los hombres fuertes del mundo. Pero reducir la dependencia del mundo de los suministros de energía de un autócrata, podría significar recurrir a los de otro”.
Las profecías bíblicas advierten sobre la desesperación de las naciones de descendencia israelita al final de esta era. Los profetas previeron que estas naciones irán en busca de “sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará” (Oseas 2:4–9). Tal abandono será una de las consecuencias por haberse apartado del Dios que los ha bendecido. Para más información sobre estas profecías, lean “Las naciones de hoy en las antiguas profecías bíblicas”.