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¿Alguna vez ha notado que cuando piensa mucho, se siente cansado? ¡Una nueva investigación muestra que hay una razón (MSN.com, 11 de agosto de 2022)! Cuando ponemos una carga a nuestros cerebros durante un “día largo y agotador sentados frente a un escritorio”, se libera un subproducto potencialmente tóxico para el cerebro: el glutamato. Producimos este químico cuando utilizamos mucho nuestro cerebro y se acumula en la corteza prefrontal. La acumulación excesiva de este “químico” resulta en fatiga, cansancio y dificultad para pensar. Irónicamente, cuando muchas personas se sienten cansadas y aletargadas, simplemente trabajan más duro. Sin embargo, el resultado es una reducción en la productividad. Los investigadores están aprendiendo que una de las formas más efectivas de eliminar el glutamato del cerebro es el sueño. Uno de los autores principales del informe publicado recientemente dijo: “no hay nada para evitar que su cerebro no lo haga sentir cansado, una siesta es la única cura”.
El Creador del cuerpo humano ciertamente entendió este proceso químico cuando nos diseñó con la necesidad de dormir regularmente. En Salmos 127 se nos dice que el sueño es un regalo que Dios da a aquellos a quienes ama (v. 2) y otras escrituras destacan cómo la búsqueda y posesión de los bienes mundanos a menudo pueden robarnos ese descanso necesario (por ejemplo, Eclesiastés 5:12). Aquellos que obedecen el cuarto mandamiento, apartando el séptimo día de la semana, el sábado, como el día de reposo semanal (Éxodo 20:8–11), disfrutan de un descanso aún mayor de las demandas de la semana. El mandamiento del sábado nos recuerda que debemos tomarnos un tiempo para cesar de nuestras labores y descansar y volver a centrarnos regularmente en Dios y su forma de vida. Hoy, muchas personas trabajan siete días a la semana, sin permitir que sus cuerpos y cerebros descansen, y privándolos del equilibrio saludable que todos necesitamos. Si buscáramos la guía de Dios y obedeciéramos sus mandamientos, nuestros cuerpos, cerebros y vidas serían grandemente bendecidos. Para más información sobre las bendiciones físicas disponibles para nosotros al obedecer a Dios, lean nuestro folleto Principios bíblicos de la salud.