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Aunque gran parte del mundo se concentra en la guerra en Ucrania, hay conflictos graves en otros lugares, como África. Según el Telegraph, “Las fuerzas federales etíopes, los soldados de Eritrea y las milicias étnicas unieron sus fuerzas para luchar contra los rebeldes de Tigray en una guerra de infantería desesperada en cuatro frentes a través del terreno montañoso de la región de Tigray desde que se rompió un frágil alto al fuego a finales de agosto” (3 de octubre de 2022). El conflicto involucra a cientos de miles de tropas, y ambos lados se acusan mutuamente de utilizar las tácticas de la “oleada humana”, que cobra muchas vidas. Decenas de miles de personas han muerto solo en los últimos meses a medida que aumentan los enfrentamientos. Las tropas de ambos bandos han observado que la violencia ha alcanzado niveles sin precedentes en comparación con los dos años anteriores del conflicto.
El Telegraph informa: “una guerra a gran escala está destrozando la región nuevamente. Eritrea, un estado totalitario de unos 6 millones de personas, que solía ser parte de Etiopía, ha lanzado una movilización militar convocando a los hombres de 50 años a luchar”. La lucha está atrayendo a muchas otras naciones: “Eritrea, Somalia y Sudán, y ahora hay cada vez más indicios de que fuerzas de lugares tan lejanos como Chad, Níger y Libia también pueden estar desempeñando un papel en el conflicto”. Los expertos advierten que todo el cuerno de África podría verse afectado y devastado por el conflicto, considerado por los analistas como posiblemente “la guerra más mortífera del mundo” y apodado por uno de ellos como “la próxima guerra mundial de África”.
El apóstol Santiago dice: “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?” (Santiago 4:1). Gran parte de la guerra tiene sus raíces en la voluntad propia de la humanidad. Este mundo necesita desesperadamente líderes piadosos que antepongan las necesidades de su gente a las suyas. Sin embargo, se acerca un tiempo en que cesarán las guerras (Isaías 2:2-4). Para más información sobre cómo llegará la paz a la Tierra, lean “Espadas en azadones”.