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Como han observado múltiples científicos honestos, una de las principales razones de la búsqueda de explicaciones puramente físicas para los fenómenos es demostrar que Dios no es la respuesta. ¿Por qué? Porque, si Dios no existe, entonces la Biblia queda anulada, junto con la ley moral que enseña. En resumen, las personas no aceptan que alguien les diga cómo deben vivir sus vidas, ni siquiera su Creador. Como una extensión lógica de esta actitud rebelde, la esperanza de muchos científicos es encontrar vida en otros planetas y anular el “mito” de que Dios creó la vida en la Tierra como dice la Biblia. Se han gastado miles de millones de dólares en la interminable búsqueda de vida “allá afuera”.
Durante décadas, los científicos han escudriñado los cielos con radiotelescopios y telescopios espaciales con la esperanza de detectar los más mínimos indicios de potencial vida en planetas distantes. Uno de los indicadores que han buscado son los planetas rocosos. Muchos cosmólogos creen que un planeta rocoso es uno de los requisitos previos esenciales para la vida (Reuters, 8 de mayo de 2024). Utilizando el telescopio espacial James Webb, los astrónomos recientemente descubrieron un planeta de este tipo fuera de nuestro sistema solar: un planeta rocoso de casi nueve veces el tamaño de la Tierra y a 41 años luz de distancia. A diferencia de los anteriores descubrimientos de planetas rocosos, éste parece tener atmósfera. Sin embargo, todo indica que este planeta es muy inhóspito para la vida. Es “uno de los exoplanetas rocosos más calientes que se tenga información”, con una atmósfera irrespirable y una superficie de roca fundida de aproximadamente 3.140º F (o 1.725º C). Hasta la fecha: “Todos los exoplanetas anteriores que tenían atmósferas eran planetas gaseosos, no rocosos. A medida que Webb amplía las fronteras de la exploración de exoplanetas, el descubrimiento de uno rocoso con atmósfera representa un progreso”.
A medida que los científicos continúan en su búsqueda de vida allá afuera, continúan rechazando la clara evidencia de un Creador aquí mismo en la Tierra (Romanos 1:18-20). Hay varias preguntas clave que, cuando se plantean con honestidad, nos llevan a concluir que existe una razón por la que existe vida en nuestro planeta. Para más información, lean nuestro folleto, El Dios verdadero: pruebas y promesas.