Reseñas de Canadá—Un estándar más alto | El Mundo de Mañana

Reseñas de Canadá—Un estándar más alto

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¿Qué nos dicen los estándares que utilizamos sobre nuestra sociedad y nuestro carácter?

Hay una norma moral que muestra el camino a mejores relaciones con nuestro prójimo... ¡y con el mismo Dios!

La página: “Acerca de nosotros”, del sitio oficial en la red del Grupo CSA dice: “El Grupo CSA es una organización mundial dedicada a la seguridad, el bienestar social y la sostenibilidad. Somos líderes en el desarrollo de estándares, pruebas, inspección y certificación en todo el mundo; incluidos Canadá, Estados Unidos, Europa y Asia. Nuestro mandato es mantener el futuro bajo un estándar más alto” (CSAGroup.org, 2024).

El Grupo CSA busca establecer una diferencia en el mundo, lo cual es evidente por su elevado objetivo de mantener el futuro bajo un estándar más alto. CSA es un acrónimo de Asociación Canadiense de Estándares (siglas en inglés). Si bien ahora el Grupo CSA realiza pruebas, inspecciones y certificaciones; desde sus inicios ha estado involucrado en el desarrollo de estándares.

La marca CSA es muy reconocida y respetada, se encuentra en miles de millones de productos, procesos y servicios distribuidos en Canadá. Esa marca, con su logotipo distintivo, indica que el producto, proceso o servicio; ha sido probado rigurosamente según estándares específicos, y cumple con los requisitos de esos estándares. La seguridad y la salud de los canadienses se han visto enormemente mejoradas gracias a los estándares desarrollados por el Grupo CSA.

Orden en el caos

Un estándar se define como algo establecido por una autoridad como regla para medir cantidad, peso, extensión, valor o calidad. Algunos sinónimos de estándar son: directriz, norma, criterio, punto de referencia, calibre, medida, guía, modelo, patrón, ejemplo, regla y ley. Los estándares son principios de conducta que respaldan una regla establecida.

Generalmente, un estándar permite alguna variación o desviación aceptable, aunque el rango suele ser bastante estrecho, pero que permita que se cumplan las especificaciones de calidad de una norma, y que el resultado final esté dentro del rango. También identifica valores atípicos fuera de especificación, sobre todo si son potencialmente peligrosos y que deben reelaborarse o descartarse.

En la vida diaria encontramos muchos productos, procesos y servicios; como resultado de la habilidad y el ingenio humanos. Generalmente damos por sentado que funcionarán, pero rara vez consideramos los estándares que ayuden a garantizar ese funcionamiento. Las normas aportan orden y seguridad en nuestra vida, y la mayoría de la gente estaría de acuerdo en que son muy necesarias. Los materiales de construcción, los automóviles, los puentes, las piezas de aviones, las tostadoras y los cepillos de dientes; funcionan mejor y son más seguros gracias a las normas. Canadá, mediante la punta de lanza del Grupo CSA, ha sido líder mundial en el establecimiento de estándares industriales durante más de un siglo.

En 1917, en medio del horror y el caos de la Primera Guerra Mundial, las normas técnicas y de seguridad eran de importancia estratégica. Los pertrechos de guerra, fabricados por las naciones aliadas, nunca fueron diseñados o concebidos teniendo en cuenta la compatibilidad internacional, estaban necesariamente entremezclados en los campos de batalla. Los resultados fueron frustrantes, confusos y, en ocasiones, mortales. Durante ese tiempo turbulento, nació la idea de crear una organización que se encargara de establecer y coordinar estándares entre los aliados. Un grupo de los mejores ingenieros de Canadá aceptó el desafío.

Lo que comenzó, como un esfuerzo en tiempos de guerra para estandarizar los pertrechos, no terminó con la guerra. Canadá es un país vasto, con inmensos territorios y condiciones climáticas. Unificar la nación, e impulsarla económicamente, se convirtió en el siguiente desafío. El Grupo CSA, organización no gubernamental sin fines de lucro, fue fundada en 1919 bajo un estatuto federal, para mejorar la seguridad de la infraestructura en Canadá (CSA Group, 100 Years, The CSA Group's Centennial Anniversary 2019, págs. 5 y 6).

Inicialmente, el Grupo CSA se centró en los puentes ferroviarios y la electricidad, fundamentales para unificar el país. Ese proceso pronto creció hasta incluir piezas de aviones y cables metálicos; y luego se expandió a productos domésticos, industriales y médicos. A lo largo de los años, ha venido creciendo y adaptándose a las necesidades cambiantes de la economía canadiense. Hoy en día, el alcance del Grupo se ha ampliado para incluir industrias como el petróleo, la energía nuclear, la atención médica, la seguridad pública, la tecnología de la información y las comunicaciones y el medio ambiente. “La misión de la organización de Desarrollo de Estándares del Grupo CSA es mejorar la vida de los canadienses mediante el avance de los estándares en los sectores público y privado. Somos líderes en investigación, desarrollo, educación y promoción de estándares. Los estándares técnicos y de gestión desarrollados por nuestros 10.000 miembros mejoran la seguridad, la salud, el medio ambiente y la eficiencia económica en Canadá y más allá” (ibídem, Pág. 80).

El Grupo CSA cuenta con una extensa red de miles de miembros voluntarios: expertos con sólidos conocimientos técnicos y experiencia. Esos voluntarios comparten sus habilidades, comprensión y pasión para ayudar a desarrollar estándares, porque saben que lo que hacen marca la diferencia. Es un trabajo importante. Las industrias del país no podrían operar efectiva o eficientemente sin estándares. Muchas de las normas desarrolladas han pasado a formar parte de la legislación canadiense, se enseñan en institutos tecnológicos, y se han convertido en prácticas normales dentro de la industria.

Aunque se trata de una organización canadiense, el impacto del Grupo CSA se percibe en todo el mundo. Colabora y aprovecha el trabajo de organizaciones como el Instituto Nacional Estadounidense de Estándares (ANSI), la Organización Internacional de Estandarización (ISO) y la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC). Por medio de estas asociaciones, el Grupo también influye en la coherencia para el desarrollo de estándares en otros países.

Los estándares morales de Dios

¿Utiliza Dios estándares? Observemos su creación, y podremos ver que lo hace. A nuestro alrededor vemos orden, belleza y propósito. Cuando Dios construye algo, hace un trabajo perfecto; siempre trabaja bajo un alto estándar. Dios nos ha hecho, es nuestro Creador; y solo Él tiene completo conocimiento científico y experiencia sobre cómo estamos hechos, y cuál es la mejor manera de funcionar. A diferencia de los animales o las plantas, nos ha hecho a su imagen y semejanza. Y debido a que reflejamos su imagen y semejanza, espera que vivamos nuestra vida de acuerdo con los estándares que Dios ha fijado, lo cual encontramos reflejado en sus leyes, estatutos y decretos.

En Job 1:8 Dios le dice a Satanás: “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la Tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” ¿Es así como Dios se puede referir a nosotros? ¿Estamos haciendo el mal o lo que es recto ante sus ojos? Dios establece el estándar; el único juicio que en última instancia importa es el suyo. ¿Cómo estamos en relación con el estándar más alto que Dios nos ha dado? Ese estándar es esencial. Hace la diferencia.

Somos creación y obra de Dios. Nos conoce íntegramente. Cuando seguimos el estándar que ha establecido, vivimos vidas felices, abundantes y plenas. Nuestra vida no es nuestra. La vida física que tenemos es una manifestación del poder de Dios, y le pertenece a Él. En algún momento nos pedirá cuentas de lo mucho que nos ha dado. Solo quienes obedecen sus leyes y se esfuerzan genuinamente por vivir vidas arrepentidas, dentro de los estándares reflejados por esas leyes, entrarán en su Reino. La ley perfecta de Dios, produce paz, seguridad y gozo absolutos. Debemos estar muy agradecidos de que nos haya dado a los discípulos de Jesucristo su Espíritu Santo, mediante el cual podemos crecer en gracia, conocimiento y obediencia a sus perfectos estándares.

El estándar de Dios para nosotros se resume en los diez mandamientos, que nos enseñan cómo amar a Dios y a nuestro prójimo. Debemos servirnos de este estándar perfecto para examinarnos a nosotros mismos, y ver si estamos a su altura. Los diez mandamientos son esenciales, definen el estándar de Dios. A diferencia de los estándares establecidos por organizaciones humanas como el Grupo CSA, los diez mandamientos nunca necesitan ser revisados; y no hay ninguna desviación aceptable, por algo fueron literalmente escritos en piedra, porque para Dios, “no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17).

Si desea más información sobre el estándar absoluto que Dios ha establecido, le ofrecemos nuestro folleto: Los diez mandamientos, el cual puede descargarlo ingresando a nuestro sitio en la red: www.elmundodemanana.org

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