La IA se está devorando la electricidad

Mientras los dirigentes mundiales impulsan la Agenda Verde, todos parecen pasar por alto que el verdadero problema es la inteligencia artificial (IA). Lo que pocos saben es que los sistemas de IA requieren gigantescos almacenes informáticos que consumen cantidades masivas de electricidad, y los generadores de energía y su infraestructura asociada no pueden construirse de la noche a la mañana.

Según un informe reciente, la demanda de IA podría sobrecargar la red eléctrica de Estados Unidos en la próxima década (CNBC, 28 de agosto de 2024). De hecho, solo los centros de datos en Estados Unidos podrían consumir para 2030 tanta energía como algunas economías industrializadas. Estos centros de datos podrían requerir hasta 400 teravatios hora de electricidad para finales de esta década, más que la producción total de electricidad del Reino Unido en 2022. Recientemente, Larry Ellison, presidente y cofundador de Oracle y uno de los hombres más ricos del mundo, dijo que está planeando desarrollar un centro de datos que requerirá más de un gigavatio de energía para funcionar (CNBC, 10 de septiembre de 2024), equivalente al consumo de energía de una ciudad de tamaño mediano. Ellison afirmó que alimentará este centro de datos construyendo tres pequeños reactores nucleares modulares, y dijo: “Así de loco se está volviendo”.

El potencial de la IA para afectar las anticuadas redes eléctricas no hace más que aumentar la vulnerabilidad de la sociedad ante riesgos como un ataque terrorista contra un gran centro de datos o sus fuentes de energía. Mientras tanto, la Biblia advierte los castigos venideros a gran escala incluida la destrucción de sus ciudades, por haberle rechazado a Él y a Sus leyes (Levítico 26:31-33). A medida que las naciones descendientes de las antiguas tribus de Israel y demás naciones en el mundo, se vuelven más dependientes de la tecnología sofisticada, si alguna persona deshonesta o una nación rival logra cortarles el suministro eléctrico, incluso sus ciudades más grandes pueden detenerse por completo, dejando las carreteras normalmente concurridas repentinamente desiertas (v. 22). Muchas sociedades occidentales parecen ser cada vez más vulnerables al cumplimiento de muchas profecías bíblicas del tiempo del fin. Para tener más información sobre lo que depara el futuro, lean “Asombrosas profecías bíblicas cumplidas”.