El uso de fertilizantes y la disminución de las abejas

En Hertfordshire, Inglaterra, los investigadores han estudiado el impacto de los fertilizantes en el rendimiento de los cultivos durante casi 170 años. Lo que comenzó como un estudio únicamente del rendimiento de los cultivos para la producción de heno se convirtió en un estudio del impacto de los fertilizantes en otras especies de plantas que crecen en los campos de heno. Esa investigación ha llegado a conclusiones claras: “El uso de altos niveles de fertilizantes comunes en los pastizales reduce a la mitad el número de polinizadores y reduce drásticamente el número de flores” (The Guardian, 20 de enero de 2025). Un artículo reciente de los investigadores informa: “aumentar la cantidad de nitrógeno, potasio y fósforo rociados en los pastizales agrícolas redujo cinco veces el número de flores y redujo a la mitad el número de insectos polinizadores”. Las abejas fueron las más afectadas. En las tierras de los cultivos donde no se utilizaron fertilizantes, había nueve veces más abejas que en aquellos campos con los niveles más altos de fertilizantes. Los investigadores también descubrieron que los fertilizantes crean condiciones que permiten que dominen los pastos de rápido crecimiento, desplazando a otros pastos y flores, y reduciendo así el número de polinizadores.

Aunque los polinizadores pueden no ser tan importantes para los cultivos de pastizales como el trigo y la cebada, son esenciales para las frutas y verduras. Cuando la cantidad de polinizadores disminuye debido al uso de fertilizantes en los cultivos de pastizales, es probable que el número de polinizadores en las zonas vecinas de frutas y verduras también se vea afectado. Irónicamente, para mantener un alto número de polinizadores es necesario aceptar una reducción en el rendimiento de los cultivos. Existe una compensación para mantener un ecosistema fuerte y saludable, pero es poco probable que esa compensación sea aceptada por una sociedad impulsada por la economía.

Pero, ¿son realmente ideales las “mega granjas”? La Biblia sugiere que después del retorno de Cristo, la agricultura volverá a un entorno más personal y familiar (Miqueas 4:4). Cuando el volumen máximo y las ganancias máximas dejen de impulsar la producción de alimentos, la creación volverá a funcionar como Dios lo dispuso. Para más información sobre este tiempo que se avecina, lean El maravilloso mundo de mañana.