Pregunta: Cuando empecé a conocer al verdadero Dios de la Biblia, gracias a la revista, el programa y los folletos de El Mundo de Mañana, pensé que mis parientes, amigos y compañeros de trabajo se entusiasmarían tanto como yo con la verdad… y me sorprendió mucho ver la negatividad de sus reacciones. ¿Hice mal en tratar de compartir con ellos lo que yo estaba aprendiendo?