La retirada de Estados Unidos de Afganistán fue criticada por los líderes mundiales y por el propio partido del presidente Biden, pero sus ramificaciones van mucho más allá de la política. Esta región ha sido un peligro para otras naciones durante casi dos milenios. El Reino Unido ha intentado controlar la nación en tres ocasiones durante los últimos 100 años. Rusia también intentó someter a Afganistán en tres ocasiones, entre 1939 y 1979.

Las naciones de descendencia israelita, Estados Unidos, naciones derivadas del Reino Unido y muchas naciones de Europa occidental, están promoviendo activamente sus “liberales” puntos de vista sobre la moralidad. Estas naciones que una vez fueron conservadoras, y basaron muchos de sus valores morales en la Biblia, se han deshecho de este texto supuestamente anticuado y de sus enseñanzas morales, llegando incluso a presionar a otras naciones que no quieren adoptar sus nuevos valores “liberales”.

El actual primer ministro de Japón dimitirá pronto y la nación celebrará nuevas elecciones el 29 de septiembre. Uno de los principales aspirantes al cargo principal es el exministro de Relaciones Exteriores, Fumio Kishida.

En este mundo inestable, vemos un súbito interés por la profecía bíblica. Una búsqueda en Amazon, el mercado más grande del mundo, generará fácilmente una lista de 100 libros sobre el tema y la mayoría de ellos tienen una cosa en común: están equivocados.

Si bien muchos libros que afirman tener conocimiento de asuntos proféticos pueden parecer contener elementos de verdad, a menudo malinterpretan o aplican mal las Escrituras y, por lo tanto, fallan completamente en la interpretación correcta de la profecía.

Durante el último año y medio de la pandemia de la Cóvid-19, muchos han buscado algún tipo de experiencia espiritual. CNN  informa sobre las observaciones de James Alcock, profesor de psicología en la Universidad de Nueva York, quien sugiere que los tiempos tumultuosos estimulan a las personas a recurrir al espiritualismo y al ocultismo.