Menos de un año después que el tifón Haiyan (la tormenta más fuerte que jamás haya azotado en tierra) azotó las Filipinas y mató a más de 6.300 personas, esta semana otra poderosa tormenta, el tifón Rammasun (una palabra tailandesa para el dios del trueno), con vientos de 161 kph golpeó las Filipinas. El tifón derribó árboles, destruyó miles de viviendas, desplazó casi medio millón de personas y dejó a unas 40 muertas (Houston Chronicle, 16 de julio del 2014).