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“En el futuro podríamos tener bebés sin madres después que algunos científicos descubrieron un método para crear descendencia sin la necesidad de un óvulo femenino” (Telegraph, 13 de septiembre de 2016). Científicos de la Universidad de Bath han creado ratones utilizando esta nueva técnica. Ahora están planeando poner a prueba este proceso con células de la piel de animales. Una de las intenciones es que la “técnica plantea la posibilidad de que los hombres homosexuales, por ejemplo, podrían tener un hijo cuyo ADN estaría compuesto por ambos hombres” (ibídem). En teoría, un hombre o una mujer también podrían fertilizar sus propias células, proporcionando todos los genes necesarios para engendrar un niño con genes de un solo padre. La tecnología actual todavía requiere de una mujer para llevar al niño en su vientre, al menos por ahora (ibídem).
La Biblia revela que Dios ha intervenido previamente en la historia cuando las actividades humanas han ido camino a la destrucción. En la Torre de Babel se nos dice: “He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer”, Dios confundió su lengua para detener este acto desafiante (Génesis 11:6-9). A medida que la humanidad intervenga en un territorio científico y moralmente desconocido, será interesante ver hasta qué punto Dios permitirá que este intento llegue antes de que El intervenga nuevamente. Para más información sobre el futuro de la ciencia, lean “Una existencia con propósito”.