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China lanzó recientemente una nave espacial Shenzhou 11 marcando “otro gran paso para el programa espacial de la nación... China es el mayor rival de la NASA en la exploración espacial... En 2007, la nación probó un misil antisatélite destruyendo un satélite chino... Los analistas estadounidenses están preocupados porque China está pisando el acelerador mientras la NASA está pisando el freno” (Bloomberg, 28 de noviembre de 2016). Europa ha añadido cuatro nuevos satélites Galileo, para un total de 18, y está “acelerando el despliegue del nuevo sistema de navegación por satélite” (European Space Agency, 17 de noviembre de 2016). El presidente electo de Estados Unidos, “Donald Trump, ha dicho que quiere mejorar la capacidad del gobierno estadounidense para hacer la GUERRA desde el espacio... mejorando la ‘letalidad de combate’ del programa espacial militar”. Él considera a la NASA como “una de las agencias más importantes del gobierno de Estados Unidos” (The Sun, 12 de octubre de 2016). El señor Trump “también tiene planes de... transferir fondos de monitoreo de la Tierra de la NASA a NOAA y fortalecer la postura militar estadounidenses en órbita” (Inquisitor, 12 de noviembre de 2016). Conforme vemos a las naciones apresurarse a dominar la exploración espacial y desarrollar armamentos más letales, tenemos que recordar las profecías bíblicas que han advertido desde hace mucho tiempo que a menos que Jesucristo regrese, “nadie sería salvo” en esta Tierra. Jesús predijo que el “fin del siglo” estaría marcado por “guerras y rumores de guerras” que cobrarían una gran cantidad de vidas humanas con armamentos cada vez más avanzados (Mateo 24:3-8, Apocalipsis 6:1-4). Para saber más acerca de este serio tema que les afectará directamente, vean nuestro programa de televisión, “Futuras guerras espaciales”.