Cuando el cristianismo se vuelve ilegal

Los que se llaman a sí mismos cristianos e intentan seguir la moralidad bíblica como ellos la entienden, ahora se encuentran entre los grupos religiosos más perseguidos del mundo (Newsweek, 4 de enero de 2018). Tristemente, esto es cada vez más cierto incluso en las naciones donde el “cristianismo” es considerado la religión predominante. Según The Weekly Standard, el periódico estudiantil de la Universidad de Harvard The Harvard Crimson informó recientemente que “la oficina de Vida Estudiantil de la escuela colocó al grupo Harvard College Faith and Action en un ‘período de prueba administrativa’ porque el grupo ‘presionó a un miembro femenino... a renunciar en septiembre después de su decisión de salir con otra mujer” (1 de marzo de 2018). Irónicamente, la Universidad de Harvard fue fundada por un clérigo y tenía la intención de garantizar que Massachusetts tuviera un clero “cristiano” y educado. En la actualidad, Harvard se enorgullece de su inclusión y aceptación de todo tipo de religiones y orientaciones. “Harvard está disciplinando a un grupo de estudiantes cristianos por la expectativa del grupo, de que su liderazgo estudiantil siga las enseñanzas básicas de la ética cristiana sobre la sexualidad de acuerdo con la doctrina del cristianismo de hace 2000 años sobre tales asuntos.” Harvard es una de varias universidades estadounidenses donde las creencias bíblicas están siendo discriminadas bajo las políticas existentes de no discriminación.

Un complejo privado de condominios de la Florida recientemente aprobó normas que prohíben los estudios bíblicos y la “música cristiana” en su comunidad (Christian Daily, 10 de marzo de 2018). Algunos residentes presentaron una querella ante el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos porque ellos creen que el complejo violó la Ley de Equidad de Vivienda, que permite básicamente a todos los grupos religiosos reunirse pacíficamente para sus propios fines.

A medida que las sociedades se apartan cada vez más de los principios bíblicos de la moralidad que diferencian a estas “naciones una vez cristianas”, los que se llaman a sí mismos cristianos ahora están siendo condenados por sus creencias basadas en la Biblia. Por medio del profeta Isaías, Dios advirtió que al fin de esta era verían a muchos: “que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo” (Isaías 5:20). Lamentablemente, los conceptos y principios bíblicos que Alexis de Tocqueville una vez observó que eran un ingrediente clave del éxito de los Estados Unidos están siendo considerados cada vez más como blancos para la discriminación. ¿Cuánto tiempo continuará esta tendencia? Para respuestas, lean o escuchen El falso cristianismo, un engaño satánico.