Disturbios en Francia

Francia vuelve a luchar contra los disturbios civiles, provocados esta vez por el asesinato de un joven de ascendencia argelina de 17 años a manos de la policía en una parada de tráfico. Durante una semana de disturbios violentos, casi mil tiendas y sucursales bancarias fueron saqueadas o atacadas, se quemaron vehículos y edificios, miles de manifestantes fueron arrestados y cientos de oficiales resultaron heridos. El costo estimado de los disturbios podría alcanzar los 1100 millones de dólares (CNN Business, 5 de julio de 2023).

Numerosos factores han contribuido al estallido de disturbios en Francia: la pobreza, las percepciones de brutalidad policial, las tensiones políticas y miles de inmigrantes no integrados en condiciones similares a las de los guetos en áreas de las ciudades más grandes donde incluso la policía teme entrar. A medida que la presencia policial ha disminuido o desaparecido en las principales ciudades, han surgido bandas muy bien armadas. Todo esto ha dejado a muchos sintiéndose inseguros donde viven. Algunos que crecieron en las partes más difíciles de algunas ciudades han hablado sobre la falta de presencia policial y han denunciado la ruptura resultante del orden social.

Las luchas sociales de Francia no son únicas y cuentan una historia que se desarrolla en todo el mundo. La gente se está volviendo infeliz e inquieta, y los políticos y los líderes ignoran las razones fundamentales de ello. Algunos les echan la culpa a las armas y al acceso a las armas, otros le echan la culpa a la inmigración, mientras que otros incluso le echan la culpa al cambio climático. Pero la verdad del asunto es más profunda. Los seres humanos necesitan un propósito en la vida y pautas claras para dirigir sus vidas. Sin embargo, los valores morales bíblicos que durante mucho tiempo han sido parte de los cimientos de las sociedades descendientes de israelitas, como Francia, están siendo rechazados y descartados. La humanidad necesita un Salvador que pueda traer una transformación espiritual y un conjunto justo de leyes para guiar a la sociedad. Se acerca el momento en que ese conjunto justo de leyes “saldrá” de Jerusalén y la humanidad comenzará esa transformación (Isaías 2:2–4). Para obtener más información sobre las leyes simples y profundas que un día traerán la paz al mundo, lea nuestro folleto Los Diez Mandamientos.