¡El mundo está perdiendo la paciencia!

Un estudio reciente en los Estados Unidos de más de 1.900 personas destaca lo que muchos ya saben sobre la sociedad actual: ¡las personas se están volviendo cada vez más impacientes! Jay Baer, ​​en cooperación con StatSocial, completó el estudio nacional titulado: “Time to Win: The 2022 Consumer Patience Study” (“Es hora de ganar: el estudio de paciencia del consumidor de 2022”). El estudio encontró que los consumidores esperan resultados rápidos y si tienen que esperar, se sienten cada vez más decepcionados.

El estudio encontró que los consumidores mayores eran más pacientes que los más jóvenes. Mientras los Baby Boomers tienen las expectativas más bajas de que las empresas respondan rápidamente, los de la Generación Z (nacidos a finales de la década de 1990 y principios de la de 2000) tenían las expectativas más altas de que las empresas responderían rápidamente. La encuesta también reveló que los hombres son menos pacientes con los negocios que las mujeres, y el 64 por ciento de los encuestados dijo que la velocidad y la capacidad de la respuesta son “tan importantes” como el precio. Según el autor del informe: “A pesar de que las empresas invierten una gran cantidad en publicidad y ‘mea culpa’ en línea y fuera de línea, pidiendo paciencia, los clientes en su mayoría no simpatizan con estos retrasos. El 83 por ciento de los clientes espera que las empresas respondan igual o más rápido que antes de la pandemia”.

La creciente actitud de “lo quiero ahora” está muy en línea con las actitudes egoístas de “yo primero” profetizadas que existirían al fin de esta era (2 Timoteo 3:1–5). En contraste con las actitudes modernas, las páginas de la Biblia advierten constantemente sobre las consecuencias de la impaciencia y el actuar apresuradamente (Proverbios 14:29; 29:20), y resaltan la importancia de ser paciente (Eclesiastés 7:8; Santiago 5:7–8). A medida que comenzamos a comprender el significado profético de lo que sucede a nuestro alrededor, podemos movernos en una dirección diferente y buscar los beneficios de la paciencia. Para más información, lean nuestro comentario “El principio de Pedro”.