El suicidio asistido por un médico ahora podría legalizarse en el Reino Unido

Actualmente, cualquier médico en el Reino Unido que ayude a un paciente a poner fin a su vida podría pasar hasta 14 años en prisión (The Catholic Herald, 2 de diciembre de 2024). Sin embargo, ahora los médicos del Reino Unido pueden asistir a los pacientes que tengan un pronóstico de vida de seis meses o menos a terminar con ella, siempre que cuenten con la aprobación de dos médicos y un juez. Esto es preocupante en una nación supervisada por un sistema nacional de atención de la salud que puede beneficiarse económicamente al terminar de forma prematura con la vida de las personas gravemente enfermas. El Reino Unido podría unirse pronto al club de naciones donde los médicos pueden matar legalmente a sus pacientes. Actualmente, el proyecto de ley exige el consentimiento del paciente y especifica condiciones limitadas, aunque la historia del suicidio asistido en otras naciones ha demostrado que la pendiente que va desde el consentimiento explícito a condiciones más vagas y siniestras es muy resbaladiza.

No todos los líderes en el Reino Unido apoyan esta medida. El arzobispo de Portsmouth recientemente dijo: “Nuestro mundo aquí en el Reino Unido ha cambiado, desafortunadamente no para mejor… Esta legislación, sin embargo, deja una cosa muy clara: El Reino Unido ya no es un país cristiano. Ser cristiano en el futuro no será fácil, si alguna vez lo fue”. El exlíder de los Demócratas Liberales dijo: “Una sociedad ha elegido un camino distópico y contagioso si decide facilitar la muerte de aquellos que padecen una enfermedad terminal en lugar de estar con ellos, llorar con ellos, valorarlos y amarlos frente a la desolación que cualquiera de nosotros sentiría si nos dieran un diagnóstico de ese tipo”.

En el centro del debate sobre el suicidio asistido por un médico está la idea de que todos tenemos derecho a hacer con nuestro cuerpo lo que queramos. Sin embargo, la Biblia enseña claramente algo diferente: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1 Corintios 6:19), y que los seres humanos son creados a imagen de Dios (Génesis 1:26-27) y sus vidas son sagradas. Dios, el dador de la vida, es la única autoridad que puede sancionar la terminación de la vida (Génesis 9:6-7). Para una compresión más profunda de este importante tema, lean “¿Cuánto vale la vida humana?”