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La semana pasada, el primer ministro de Jamaica declaró estado de emergencia debido a la violencia extrema relacionada con la lotería en la esquina noroeste de la nación isleña. Según los informes publicados en el Jamaica Gleaner del 19 y 21 de enero, el año pasado hubo más de 330 asesinatos en la Parroquia de St. James y este año, hasta ahora, también ha sido sangriento. Los residentes de la parroquia recibieron con agrado el estado de emergencia y la presencia militar y policial. Un residente anciano dijo: “Esto es lo mejor que le puede pasar a Montego Bay en este momento. Es como un regalo de Navidad tardío”. Las autoridades confiscaron armas y arrestaron a algunos de los criminales más buscados. El último estado de emergencia para la Parroquia de St. James fue declarado en 2010. Los gobiernos en el Reino Unido, Canadá y Estados Unidos han emitido advertencias a los ciudadanos viajeros que tienen planes de viajar a la Parroquia de St. James (Deutsche Welle, 20 de enero de 2018).
Jamaica es una hermosa nación isleña en el Caribe, llena de personas amables y hospitalarias. Ha tenido una historia de moralidad basada en la Biblia, y muchas zonas en la isla todavía son pacíficas y seguras. Sin embargo, en las últimas décadas, familias divididas y otros fracasos sociales han dejado a las generaciones más jóvenes de jamaiquinos sintiéndose desesperados y desesperanzados. El estado de emergencia actual en la Parroquia de St. James sin duda calmará los disturbios por un tiempo, pero no solucionará el problema para siempre.
La verdadera solución al problema vendrá cuando Jesucristo regrese y comience a cambiar los corazones y las mentes, no solo en Jamaica, sino en todo el mundo. Las sociedades pacíficas demandan una justicia rápida basada en la rectitud y la misericordia (Isaías 16:5; 55:6-7; Proverbios 21:7). Demandan que las personas vivan de acuerdo a cada uno de los diez mandamientos, y demandan una estructura familiar bíblica, donde a los niños se les enseñe el bien y el mal a lo largo de sus vidas (Deuteronomio 6:6-9). Se acerca el tiempo cuando la violencia ya no existirá en la Tierra (Isaías 60:18) y la paz comenzará en las familias temerosas de Dios. Para aprender cómo traer la paz a su propia vida, lean o escuchen Por qué es tan difícil criar hijos.