¡Incendios y sequías!

Las altas temperaturas, los fuertes vientos y los meses de clima seco están creando condiciones severas en varias partes del mundo. Más de 400 incendios están ocurriendo en el occidente de Canadá, y más de 100 en los Estados Unidos (Vancouver Sun, 8 de agosto de 2018; Reuters, 11 de agosto de 2018). Gran parte del estado de California ha estado en llamas durante semanas, con 18 incendios ocurriendo actualmente. ¡Casi un millón de hogares están en riesgo de ser destruidos por el incendio (LocalSYR.com, 13 de agosto de 2018)! El incendio de Mendocino, el más grande en la historia de California, ya ha quemado más de 116,549 hectáreas (MSN, 8 de agosto de 2018). Se espera que las tasas de seguro de propiedades aumenten drásticamente como resultado de los incendios.

En el otro lado del mundo, el estado de Nueva Gales del Sur, en el sudeste de Australia, sufre de una severa sequía. El gobierno ahora permite que los granjeros les disparen a los canguros que compiten con el ganado sobre las limitadas tierras de pastoreo (Deutsche Welle, 8 de agosto de 2018). El primer ministro de Australia recientemente comentó: “Ahora somos la tierra de la sequía”. Los granjeros y ganaderos australianos esperan grandes pérdidas de cosechas e incluso la muerte del ganado. Los incendios forestales también están haciendo estragos en Grecia y en otras naciones europeas, causando devastación y muertes (The Guardian, 12 de agosto de 2018).

Mientras que algunos culpan al “calentamiento global”, otros ven estos extremos climáticos como parte de los ciclos meteorológicos. Sin embargo, las profecías bíblicas proporcionan una visión adicional. Jesucristo advirtió que a medida que nos acercamos al fin de esta era, veremos acontecimientos como “pestes, hambres, y terremotos en diferentes lugares” y dijo que estos acontecimientos son solo “principio de dolores" (Mateo 24:7-8). Dios advirtió que al fin de esta era las naciones del mundo experimentarían graves sequías junto con las consecuencias que estas conllevan, debido a sus pecados y por haberlo rechazado como Dios (Deuteronomio 28:17, 23, 38). La Biblia hace mucho más que decirnos que estas circunstancias son un anticipo de lo que está por venir, también explica por qué se avecinan estos desastres. Los acontecimientos actuales relacionados con la sequía que estamos viendo son preocupantes, pero la Biblia nos ayuda a entender tanto el “por qué” y “lo que vendrá”. Para conocer sobre este tema, lean o escuchen Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo. —Scott Winnail, Ryan Dawson y Francine Prater