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En una entrevista reciente, publicada en el New York Times, Jonathan Rauch, periodista, autor y miembro de la Brookings Institution, fue entrevistado sobre su opinión sobre el impacto del cristianismo en la democracia de Estados Unidos (18 de diciembre de 2024). Rauch dijo que los padres fundadores de Estados Unidos se basaron en los valores religiosos del pueblo, en particular, los valores que los fundadores vieron en el cristianismo, para ayudar a que la Constitución secular de Estados Unidos funcionara. Dijo: “Resulta que el cristianismo es un muro de carga en la democracia, y los fundadores nos lo dijeron. No especificaron que uno tiene que ser cristiano, per se, pero dijeron que nuestra Constitución liberal y laica… se basa en virtudes, como la veracidad y la legalidad y la dignidad igual de cada individuo”. Además indicó: “una vez que el cristianismo empieza a ceder, la gente empieza a buscar sus fuentes de valores en otros lugares. Se dirigen a ‘concientizar’ o a seguir teorías de conspiración como QAnon o MAGA (por sus siglas en ingles Make America Great Again) los que no resultan ser los tipos de valores que se pueden utilizar para sustentar una democracia. Y esa es la situación en la que parecemos estar cada vez más estancados”. Estos pensamientos son conmovedores porque, incluso como ateo, Rauch puede ver el poderoso beneficio que muchos valores bíblicos brindan a una sociedad que los adopta. Como observó Rauch: “lo que realmente tiene que pasar para que nuestro país vaya por el buen camino es que el cristianismo no se vuelva más secular o liberal, sino que se parezca más a sí mismo, que sea verdaderamente cristiano”.
Rauch tiene razón sobre la necesidad de que el cristianismo “sea verdaderamente cristiano”. Pero ni Rauch ni el cristianismo del mundo saben lo que es ser verdaderamente cristiano. Las naciones que se llaman a sí mismas cristianas necesitan ser reeducadas para comprender mejor qué es y qué no es el verdadero cristianismo. La palabra de Dios, la Biblia, expone con claridad y sencillez las verdades mal entendidas sobre el verdadero cristianismo. La democracia es una forma de gobierno creada por los hombres con la esperanza de desarrollar una sociedad pacífica y productiva. Pero a pesar de los éxitos que se le atribuyen, la democracia no es la estructura de gobierno descrita en la Biblia, y el cristianismo de hoy no es el cristianismo de la Biblia. Para aprender más sobre lo que le falta al cristianismo de hoy, lean nuestro folleto Restauración del cristianismo original.