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El reciente terremoto de magnitud 7.8 en Siria y Turquía y las réplicas posteriores han cobrado la vida de casi 50.000 personas y han causado una gran devastación, incluida la destrucción de unos 264 mil apartamentos en Turquía (The Tribune, 18 de febrero de 2023). A medida que se agota el tiempo para salvar las vidas de más personas enterradas bajo los escombros, se espera que el número de muertos se eleve a niveles aún mayores.
En Nueva Zelanda, la ciudad de Auckland y las zonas circundantes recibieron la precipitación de todo un mes en solo un día, lo que provocó inundaciones catastróficas (JBARisk.com, enero-febrero de 2023). Luego, en el plazo de una semana, el ciclón Gabrielle azotó la isla norte, causando una gran devastación, lo que hizo que el primer ministro de Nueva Zelanda, Chris Hopkins, declarara una emergencia nacional por tercera vez en la historia de la nación (Reuters, 15 de febrero de 2023). La semana pasada, el presidente de Sudáfrica también declaró el estado de emergencia nacional en respuesta a las extensas inundaciones en siete de las nueve provincias del país (Reuters, 14 de febrero de 2023). Las inundaciones han dado como resultado la pérdida de infraestructuras fundamentales. Esto ocurre luego de la continua escasez de energía en todo el país. En el noreste de Kenia, varios años de severa sequía han devastado cultivos, matado ganado y ha generado escasez de alimentos para millones de personas en la región.
Al mirar alrededor del mundo, vemos cada vez más desastres naturales, tal como la Biblia predice que sucederá. Con estos desastres viene un tremendo sufrimiento humano. Como dijo el apóstol Pablo, toda la creación “gime” en agonía mientras espera el retorno de Jesucristo y la manifestación de sus santos (Romanos 8:19–23). Cuando Cristo finalmente regrese para establecer su Reino en la Tierra, los desastres naturales extremos y destructivos que estamos viendo serán cosa del pasado, ya que las naciones obedientes experimentarán las bendiciones que provienen de obedecer a su Creador que controla el clima (cf. Levítico 26:4; Deuteronomio 28:12). Al ver las condiciones climáticas extremas, inundaciones, sequías, hambrunas y otras catástrofes, podemos estar seguros de que realmente hay esperanza. Para más información sobre este tiempo venidero de paz y seguridad en todo el mundo, lean nuestro folleto El maravilloso mundo de mañana ¿Cómo será?