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Mientras el mundo observa a China y Hong Kong luchar por diferentes definiciones de libertad, y muchas naciones expresan su preocupación individual, ¿por qué cuatro naciones recientemente optaron por emitir una declaración conjunta que desaprueba cómo se desarrollan los acontecimientos en el sudeste de Asia? Esas cuatro naciones son el Reino Unido, Australia, Canadá y los Estados Unidos (UK.gov, 28 de mayo de 2020). Pero ¿por qué estas cuatro naciones, de todas las demás naciones del mundo, optarían por hacer una declaración conjunta sobre la libertad?
La Biblia proporciona una perspectiva que falta en los reportes noticiosos que cubren este evento. En el libro del Génesis, aprendemos acerca de dos pueblos que se convertirían en naciones líderes mundiales en las décadas previas al retorno de Cristo. Son los descendientes de los dos hijos de José, Efraín y Manasés (Génesis 48:19-22; 49:22-26). Los descendientes de Efraín se convertirían en una “multitud de naciones” (los pueblos de Inglaterra), y los descendientes de Manasés se convertirían en una “gran nación” (Estados Unidos). Esta conexión, con orígenes antiguos, explica la tendencia de estas naciones a trabajar unidas en numerosos asuntos. Esta perspectiva informativa se encuentra en las páginas de la Biblia y está respaldada por numerosos hechos de la historia. Sin embargo, las profecías bíblicas no solo revelan por qué estos pueblos históricamente surgieron unidos, sino también cómo caerán juntos conforme nos acercamos al fin de esta era, porque continuarán apartándose cada vez más del Dios que los bendijo. Para más información sobre la conexión especial entre estas cuatro naciones modernas, lean nuestro folleto Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.